Es increíble lo chorras que
llega a ser éste comic y lo bien que me lo paso con él. Esa mezcla de
inocencia, humor, acción y diversión sin cortapisas te desarman por completo
una vez entras en su juego, y ya te da hasta igual de qué trate cada capítulo.
En éste décimo tomo (qué
rápidos pasan) tenemos al bueno de Saitama a su rollo, como un secundario en su
propia obra, al menos hasta que le da por picarse e ir a por el tal Lobo (ganas
de tener un combate en condiciones) y se apunta a un torneo de artes marciales
para ver qué puede esperar.
Pero eso es lo menos
importante del tomo, el mismo Lobo tiene mucha mayor relevancia en su afán
incansable de destrozar héroes (con combates molones de por medio); incluso
casi medio tomo es de historias cortas (bonus les llaman), cada una distinta y
con el sentido del humor por bandera.
No os haréis una idea de lo
que mola One Punch Man hasta que hayáis leído unos pocos tomos, llega un
momento en el que te atrapa y se mete en su mundo, donde escenas como ver a
Saitama ir al hospital a ver a un conocido, dejarle unos plátanos encima de la
mesilla y empezar a comérselos (cuando el enfermo se pensaba que eran un
presente)… en fin, un manga especial que entiendo perfectamente el revuelo que
causó cuando se convirtió en anime.
En breve el tomo 11.
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