Llegando casi a la cincuentena
de tomos con Fairy Tail no es de extrañar que su autor haya decidido en éste
mismo tomo hacer un ligero cambio de rumbo, que ya veremos si es a mejor o
simplemente volveremos enseguida a las andadas.
Pero antes de hacerlo termina
con la saga en la que iba a desaparecer la magia del mundo, esa en la que reaparecieron
los dragones, END, Zelef… y lo hace con un tramo final en el que la acción es
lo de menos, y en el que hay cierta emotividad con el adiós prematuro de los
dragones, no sin antes contar dónde habían estado todos éstos años.
Puede ser una explicación un
tanto patillera o precipitada, pero al menos guarda algo de coherencia y se
puede aceptar como válida. Eso sí, satisfactoria no es nada para nada, que después
de cuarenta y nueve tomos esperaba algo más.
Y terminamos con el ya
mencionado cambio de inicio, algo que se da al saltar un año hacia el futuro,
con el gremio disuelto y Natsu volviendo más poderoso de un viaje de
entrenamiento. La vuelta intenta ser espectacular, pero no puedo evitar
compararla con One Piece y se me cae la épica por todos lados.
A futuro toca ir viendo las
aventuras que pasan Natsu y Lucy para rehacer el gremio, además de ver qué ha
estado haciendo cada uno de sus miembros durante éste tiempo. Espero una vuelta
a algo más sencillo, con aventuras y humor absurdo, dejando por un tiempo las
sagas largas en las que los combates y la épica es lo que prima.
Ah, y que no se me olvide mencionar
la cantidad de fanservide que podréis encontrar en éstas páginas, algo que ya
se ha vuelto habitual y que no sorprende, pero que siempre es ejem, ejem…
interesante de ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario