Parece que lo estoy
consiguiendo, llevo ya unos añitos que no me pilla el toro para leerme tres
tomos manga a la semana, esperemos que dure. Y todavía cuesta menos si son
tomos que los de Lobo Solitario y su Cachorro, de esos que se leen rápido
gracias a que cuentan más con las imágenes que con el texto.
Éste tomo sigue
demostrando que el autor es una maestro en el decompresive story telling,
alargando y alargando una trama que otro se hubiera pulido en cuatro tomos pero
sin dar la sensación de chicle estirado, transmitiendo el día a día de los dos
protaognistas, las penurias que pasan, lo que están dispuestos a sacrificar...
y del otro lado lo acorralado que está su enemigo, cada vez más solo y con
menos recursos.
El tomo contiene una
serie de historias muy recomendables, bien escritas, que te llegan y que siguen
moldeando el Japón feudal como no se ha visto casi nunca antes, lleno de
detalles y de gentes mezquinas, de historias de amor y sacrificios nobles, de
honor y muerte.
Segundo tomo seguido
en el que se hace evidente que el ritmo de Naruto ha cambiado bastante, ahora
parece que el mangaka quire tomarse las cosas con más calma, madurando una
trama que le dure más que las anteriores, aunque sea a costa de bajar el
pistón.
Y la verdad es que
de momento la cocción le está saliendo bastante bien, con la presentación con
más profundidad del personaje de Tsunade (flashback, deseos, poderes, etc...) y
su desesperación por recuperar algo que perdió en el pasado, hasta el punto de
estar dispuesta a pactar incluso con Orochimaru.
Por su parte Naruto
sigue con el entrenamiento para aprender la nueva técnica (de la que también
conoceremos algo más), un entrenamiento bien pensado y que le está llevando
hasta el límite.
En fin, que el manga
se nos va haciendo mayor y demuestra más madurez, pero se hecha de menos la
velocidad y sorpresa que sí tenía toda la parte inicial (unos catorze tomos,
más o menos).
Llega el tomo
diecisiete y lo hace con una ligera bajada de ritmo o intensidad (no tengo
claro cual de las dos, o si ambas), y eso que empieza con los dos miembros que
hemos visto de Akatsuki iendo a por Naruto, y haciendo alarde de poderío (en
especial Itachi).
Es un buen arranque,
con personajes potentes metidos en el ajo, los primeros atisbos de un posible
plan de ésta organización y a Sasuke cabreado por no poder hacer más ante aquél
que se lo arrebató todo. Y aunque sea un buen arranque a mi se me queda algo
corto, como si le faltara parte del carisma que venía exhibiendo la serie hasta
el momento.
Luego ya pasamos a
la búsqueda y presentación de Tsunade, mezclada con el entrenamiento de Naruto
para poder aprender una nueva técnica. A ver, entiendo que las cosas tengan que
ir despacio para que no de la sensación que aprende por ciencia infusa, pero me
da la sensación de que se pasan y de que se está perdiendo el estupendo ritmo que
caracterizaba a la serie. Nada grave, pero ahí está.
En fin, un tomo que
sigue siendo notable, pero que pierde un poco el fuelle.
Sorpresa sorpresa, Dragon Ball
vuelve a pasarse por el blog en su nueva encarnación: Super! La adaptación a
formato manga del anime del mismo nombre llevado a cabo por Toyotaro (discípulo
de Toriyama) y con historia (supuestamente) del maestro.
Se trata de una adaptación,
como ya he dicho, pero el ritmo es totalmente distinto, lo que hace que el
manga sea dinámico y tremendamente rápido, incluso dando en ocasiones
(especialmente en su inicio) la sensación de que te estás perdiendo algunas
cosas.
La historia nos lleva unos
meses después del combate contra Bu, con Goku trabajando como puede y el mundo
bastante tranquilo. Hasta que aparece Beerus, el Dios de la Destrucción de éste
Universo y lo lía todo.
Y a partir de allí la trama se
va liando, unas mega bolas de Dragón, doce universos paralelos, otros Dioses de
la Destrucción, recuperación de viejos conocidos... y al final un torneo con
Goku como primer combatiente.
Personalmente creo que es un
gran regreso, demasiado acelerado al inicio, pero que una vez llega a la mitad
la cosa coge velocidad de crucero y se hace tremendamente entretenida. No
inventa la rueda y es típico a más no poder, pero tiene ese rollo que tenía
Dragon Ball y se disfruta enormemente.
Sobre el dibujo del tal
Toyotaro nada que objetar, copia y calca lo que hacía Toriyama, así que
encantado.
Últimamente he tenido más tiempo
que dedicar al mundo de los videojuegos (es lo que tiene levantarte tres horas
antes de lo que debería), así que he podido aprovechar para jugar algunos
juegos que, por falta de tiempo, en otras circunstancias hubiera dejado pasar.
Y éste es el caso de Tales of
Zestiria, segundo juego de la saga que pasa por mis manos tras el Symphonia y
que paso a comentaros a continuación.
Historia: En un mundo de fantasía donde los humanos no
pueden ver a la otra raza que vive con ellos (Serafines) aparece cada cierto
tiempo alguien llamado el Pastor, un hombre capaz de sintonizar con dichos
Serafines y cuyo poder puede desterrar el mal del mundo. Su objetivo? Encontrar
y vencer al Lord of Calamity, un ser que corrompe a la gente y les convierte en
Infernales usando su malicia.
Búsquedas en Ruinas, mejorarnos a nosotros, implicarnos en la política
(tensa) entre los dos reinos vecinos.. y sobretodo vivir muchas aventuras con
nuestros compañeros.
Una trama que no para en ningún momento y que está aderezada con algunas
misiones secundarias (interesantes) y multitud de conversaciones con y entre
nuestros personajes. Está bien que mantenga un buen ritmo, pero en mi caso no
ha logrado atraparme como debería.
Apartado técnico: El juego cuenta apenas con cuatro años, y
aunque lo haya jugado en un pc con todas las opciones visuales al máximo acaba
por ser un juego visualmente bastante simple.
A ver, los escenarios se ven cuadradotes, las texturas de una resolución
no todo lo alta que debería y artísticamente tampoco es que destaque demasiado.
Esto contrasta con los personajes, hechos con la técnica cell shading y
mucho mejor recreados que los escenarios, con un aspecto similar al de un
anime.
Donde sí destaca el juego (y mucho) es en su estupenda banda sonora, un
apartado a la altura de las mejores del género y en el que Tales of Zestiria
saca pecho. No son pocos los temazos que sonarán durante la aventura, y de esos
que se quedan.
Vamos, un juego que salió pareciendo viejo pero que se salva gracias a
sus personajes, las escenas de animación pura y la genial banda sonora.
Jugabilidad: El juego es un juego de rol japonés de
acción, esto quiere decir que durante los combates controlaremos a nuestro
personaje, y aunque su movilidad no es la de un juego de acción, sí que
podremos decidir en tiempo real qué movimientos haremos, en un sistema dinámico
y bastante trabajado.
La mayor parte de la aventura nos la pasaremos yendo de un punto a otro,
algunas veces sin ninguna ayuda visual (tendremos que escuchar lo que nos dicen
los compañeros para orientarnos), pasando de un lugar a otro con cierta
velocidad y avanzando en la trama mediante cinemáticas.
Subidas de nivel, compras de objetos, etc… todo lo típico de éste tipo de
juegos (incluso mazmorras y bosses opcionales). Por aquí nada que objetar.
Donde sí que creo que se les ha ido la mano es en el sistema de combate,
absurdamente profundo (en teoría) con decenas de tutoriales a leer que al final
no aportan absolutamente nada, ya que controlando bien las defensas, las
fusiones con otros personajes y un poco los tiempos se puede acabar el juego
obviando totalmente toda esa supuesta profundidad.
Opinión personal: Tales of Zestiria es un juego notable, una obra de rol japonés bastante
clásica que llega y gustará a los amantes del género.
Pero es un juego
con carencias, las más evidentes visuales: no es de recibo que en 2013 (GTA V)
salga una obra con un apartado visual tan pobre, tan de cinco años antes… algo
que no daña a los ojos, pero que transmite cierta desidia por parte de los
programadores.
Luego está la
trama, que pese a estar bien y no para de darnos información en ningún momento
(en partidas de dos horas tenía la sensación de haber hecho muchas cosas) no
acaba de ser todo lo profunda que debería, cargada de clichés y sin ningún
momento de sorpresa. Incluso los personajes se me antojan algo cortos, bien
diseñados, pero les falta más trasfondo.
Con todo queda un
juego divertido de jugar (el sistema de combate está bien, así como la
necesaria exploración) y que no necesita para nada meterse en sus complicadísimos
sistemas de progresión/combate, una añadido innecesario y que lastra al tener
que ver tanto tutorial hasta el mismo final del juego. Un juego que se acaba en
poco más de 30 horas y te deja una buena sensación de boca.
Si es que vale la
pena jugarlo aunque sea por su banda sonora, y más teniendo en cuenta que se
puede llegar a encontrar por poco más de diez euros…
Hoy toca una película de un
director que prometía mucho y se fue diluyendo, pero que parece que ha vuelto a
la senda de hacer películas más pequeñas, que es lo que le funciona mejor.
Estoy hablando de M. Night Shyamalan.
Múltiple es la historia de un
personaje con multitud de personalidades múltiples (23 o 24) que un buen día
secuestra a tres chicas jóvenes y las retiene. Desde ese momento iremos viendo
algunas de las distintas personalidades, los intentos de las chicas
(especialmente una) por escapar y las visitas del secuestrador a su psicóloga,
momentos en los que iremos conociendo más cosas sobre éste trastorno.
Es una película de tensión, un
thriller con algún elemento sobrenatural que se sustenta especialmente en la
actuación de James Mc Avoy, al que le cae un papel de esos que cualquiera
querría hacer y en el que se puede lucir en un buen puñado de registros
(algunos especialmente espeluznantes).
No esperéis una gran
producción, aquí lo que cuenta son los actores y la trama protagonizada por Mc
Avoy y sus múltiples personalidades.
Es una película que engancha,
que tiene un muy buen ritmo narrativo y que sabe mantenerte en tensión con los
cambios del protagonista, con alguna escena un tanto sórdida y un tramo final
que te cambia un poco de tercio (personalmente para bien).
Música ambiental correcta,
dirección muy buena, grandes actuaciones, trama interesante, buen ritmo... todo
para un thriller pequeñito y que seguro entretiene al que se acerque a él.
La vuelta de Shyamalan a lo
que sabe hacer, películas bien rodadas con giro final y un mundo propio muy
bien retratado. La tensión se le da bien, y Múltiple es un ejemplo perfecto de
lo que se puede hacer con un buen guion, un buen actor, un buen director y sin
grandes pretensiones.
Yo la recomiendo, y más si os
gustó cierta película estrenada en el 2000 del mismo director. No digo más.
Si el comentario/reseña
anterior ya me metía con un peso pesado de la industria, en éste nos toca una
historia de Superman de la mano de Alan Moore. Ese guionista del que sólo oigo
hablar maravillas pero al que no termino de acercarme.
Es un comic ochentero, alejado
de las grandes obras que le han hecho un icono del comic y centrándose en
contar la que podría ser la última gran historia del personaje. Haciéndolo muy
como se hacían las cosas en la Silver Age.
La trama nos lleva a una
entrevista a Lois Lane, en dicha entrevista nos enteraremos de que Superman
desapareció del mundo mucho tiempo atrás, aparentemente muerto, y la misma Lois
nos dirá lo que sucedió.
La amenaza en sí puede ser más
o menos potente, pero junta a unos cuantos personajes importantes de la
historia del comic, y al igual de lo que sucedía con la de Batman reseñada hace
media horita, intenta resumir y homenajear la trayectoria del personaje.
El perro, viejos conocidos,
Brainiac, el hombre de kryptonita, Lois… un puñado de personajes conocidos que
desfilarán por las páginas, con un Superman resignado a que será su última
aventura y pensando que morirá.
En éste sentido es una obra
mucho más acorde con lo que uno espera de un comic de superhéroes, incluso
convencional. Y es por ello que me ha gustado más que la de Gaiman. Te da lo
que esperas de una obra de éste estilo (y de ésta época), con un par de giros
interesantes y definiéndote igual o mejor al personaje en apenas unos números.
Eso sí, tanto la narrativa
como el dibujo huelen a añejo que tira de espaldas. Especialmente el dibujo,
que podría haber firmado cualquiera de los dibujantes de la época.
En cuanto a la narrativa tiene
un punto algo más moderno que otras obras de la época, con un poquito menos de
texto o cuadro descriptivo. Y el que hay no se hace tan pesado de leer como el
de otras obras contemporáneas.
Con todo esto nos acaba
quedando un comic que se deja leer muy bien a día de hoy, que leído en la época
debió de ser bastante bueno y que no sólo sirve de homenaje al personaje, sino
que lo hace contando la que, supuestamente, es su última historia.
Me gusta ver a éste Superman
más humano, y me gusta ver el porqué de su desaparición (algo a lo que se dan
vueltas durante todo el comic). Un comic divertido y más recomendable que el de
Batman, pese a que ese sea más moderno y entre más fácil.
Sigue sin ser una obra
imprescindible, y el dibujo le resta enteros, pero aun así me parece un
producto notable y que a poco que guste el personaje y se esté familiarizado
con la forma de contar las cosas de la época se puede disfrutar mucho.
Hoy tendréis dos reseñas por
el precio de una, dos obras que se supone son cierre de personaje y lo hacen
tanto con Batman como con Superman, y encima de la mano de dos guionistas muy
reputados como son Alan Moore y Neil Gaiman.
Como son dos obras muy cortitas,
no os haré lo típico de desglosar por partes, e intentaré que el comentario no
dure más que la obra en sí.
Empezaré con la de Batman: qué
le sucedió al cruzado de la capa?
De las dos obras a tratar hoy
es la más moderna, algo que se nota con un dibujo mucho más al día,
especialmente en la distribución de viñetas y en el color.
El comic nos cuenta el funeral
de Batman, un funeral en el que van desfilando todos aquellos que le conocieron
y cada cual cuenta su historia sobre cómo murió. De éste modo se nos va
deconstruyendo poco a poco al personaje, dejando capa a capa lo esencial, lo
que le hace ser él.
Destaca en la obra la forma de
contar la historia: tenemos a Batman apareciendo en su funeral a modo de
espectro, sin que nadie más le pueda ver.
La historia es muy sencillita,
no aporta prácticamente nada al personaje más allá de hacer un curioso repaso a
su trayectoria en el mundo del comic y a su galería de villanos. Lo
interesante, como he dicho, es que te queda lo que hace importante al personaje,
eso que por mucho que muera, siempre quedará tras él.
Otro elemento a destacar es el
dibujo. Andy Kubert hace un muy trabajo, y dada la cantidad de personajes que
aparecen y el tono onírico que va tomando la historia no era nada sencillo. De
hecho, me ha gustado más el dibujo que la trama en sí.
Termino diciéndoos que
esperaba más de éste comic. Es cierto que la maestría en contar historias está
presente. Gaiman sabe mucho de esto. De lo que quizás no sabe tanto es de hacer
que las historias que está contando sean interesantes. Para que os hagáis una
idea, me sucede lo mismo con el director de cine Iñarritu: sabe contar de puta
madre, pero no me interesa lo más mínimo lo que me está contando.
Con esto os podéis hacer una
idea de que ha sido una obra decepcionante, con una calidad objetiva que está
ahí, pero que como obra de comic de superhéroes me parece hasta floja.
Así pues, no puedo menos que
desrecomendar el comic. Hay cosas mucho mejores dentro del mismo personaje.
Hoy os hablaré de la segunda temporada de Misfits, una serie de “superhéroes” hecha con poco dinero por los ingleses y que basaba su atractivo en la personalidad de los protagonistas y en los guiones de cada capítulo.
Ésta segunda temporada sigue la estela dejada por la primera, con los mismos personajes viviendo una serie de situaciones distintas, pero funcionando bien como grupo y teniendo que acabar sus servicios comunitarios.
Es curioso que la evolución de dichos personajes no acabe de ser todo lo satisfactoria que debería, y es que a éstas alturas deberían haber aprendido (o eso parecía) y en algunas ocasiones parece que hasta han ido para atrás.
Siendo como es una temporada de capítulos autoconclusivos he de decir que funcionan mucho mejor por sí mismos de lo que lo hacían en la primera entrega, creo que los guiones son más redondos y los personajes funcionan mejor dentro de dichas historias.
Donde creo que la serie baja un poco es en la trama de fondo de la temporada, me parece algo más floja que la primera entrega, y eso que tiene viajes en el tiempo y un personaje misterioso como ejes centrales.
Pero bueno, sigue siendo una segunda temporada objetivamente superior a la primera, pero que cae en ciertos vicios de guion que lastran el recuerdo de la misma. Digamos que te lo pasas mejor mientras la ves, pero se te desmonta (un poco) al pasar revista y ver la cantidad de Deus ex que hay en la misma (o lo incoherente de algunos personajes).
Eso sí, Misfits es una serie que se podría calificar como alternativa, una serie de una calidad innegable y que a cualquiera que lea éste blog le gustará.
Con éste tomo
finaliza la breve guerra que ha habido en los últimos tomos, con una aldea de
la Hoja lista para la reconstrucción y un sabor agridulce para todos.
Es curioso cómo una muerte
en el momento oportuno hace que una obra mejore enteros, y eso es lo que sucede
en éste tomo, en el que la muerte del tercer Hokage acaba por sentirse, y no
sólo en el lector, sino que tiene implicaciones emocionales para todos los
personajes que hemos ido conociendo.
Un gustazo que un
manga shonen se permita eliminar a alguien de forma definitiva, y más a una
figura paterna como ésta, y si encima es mientras protege a los suyos... piel
de gallina.
Por lo demás es un
tomo bastante entretenido, un nuevo punto y aparte para la obra que pone al
protagonista en camino, a la Villa buscando un nuevo líder, a Sasuke
meditabundo y encima presenta a los siguientes enemigos: la organización
Akatsuki de la que son miembros los dos grandes villanos que hemos visto hasta
el momento: Orochimaru y el mismo Itachi (hermano de Sasuke).
Quinceavo tomo de
Naruto, con un nuevo cambio de foco en la acción, dejando olvidado ese gran
final con el tercer Hokage y pasando de nuevo al grupo de jóvenes ninja.
Básicamente lo que
tenemos es un enfrentamiento contra Gaara, ese rival tan carismático, del que
conoceremos también su trágico pasado y el porqué se ha vuelto tan hijo de la
gran... en fin. Primero será Sasuke y luego Naruto los encargados de
enfrentarse a éste "monstruo", dos combates muy chulos que irán in
crescendo, al igual que el tamaño del enemigo.
Es increíble el
incremento de la escala de poder de Naruto en éstos quince tomos, teniendo ya
combates entre enemigos gigantes (Gaara y el sapo) y ataques capaces de arrasar
sin problemas zonas enteras del bosque.
Un buen tomo que se
lleva de calle un Gaara en pleno estado de forma y un Naruto que cada vez es
menos estúpido y más héroe de acción.
La película de hoy es una
reciente adquisición de Netflix para su servicio de streaming, una película que
llega del país del Sol naciente y que adapta uno de los mejores manga que he
tenido el placer de leer (y cuya reseña tenéis en éste mismo blog).
La Espada del Inmortal es una
película de dos horas veinte que intenta condensar cientos de páginas en tan
poco espacio. Lo consigue? Ya adelanto que no.
La película nos cuenta la
historia de Manji (un samurái que recibe la inmortalidad) y Rin (una chica que
busca venganza) en su viaje juntos para encontrar al asesino de los padres de
Rin. Durante dicho viaje los dos personajes se irán conociendo, a la par que
encontrando con algunos de los esbirros de su enemigo, a los que tendrán que
vencer. Y ya está.
Porque precisamente el
principal punto flaco de la película es su historia, un intento de condensar
algo tan grande en tan poco espacio y acaba siendo una especie de greatest hits
en cuanto a combates, sin entender que lo que hacía interesantes a los combates
era el bagaje que tenías con los personajes, algo totalmente imposible cuando
(salvo a tres) apenas les das unos segundos antes de ponerlos a luchar.
Así, en lugar de una
adaptación lo que uno acaba encontrando es una película de acción con un nudo
muy pobre y que se limita a ir de un combate al siguiente. Y es una pena,
porque a poco que hubieran intentado adaptar un arco argumental o una parte del
comic, seguro que el resultado hubiera podido ser muchísimo mejor.
Porque formalmente la película
es cumplidora. No puede competir con grandes producciones en efectos
especiales, pero es resultona, se nota que hay mimo (caracterización,
localización, escenas de lucha...) por el producto, pero creo que se ha
entendido mal.
Las escenas de acción, eso sí,
están bien. Y os hincharéis a ver combates a espada, sangre saltando y al
protagonista recibiendo sin parar.
Una película fallida como tal,
incomprensible (seguro) para el que no conozca el comic en el que se basa y que
únicamente me gusta por ver alguno de los combates más interesantes del manga.
No la recomiendo, y es una
pena, porque el material original es sobresaliente.
Tenía mucha
curiosidad antes de empezar con éste tomo, el arranque de la segunda saga de
Jojo's y una prueba real para ver si la serie era capaz de reinventarse
manteniendo su base. Y estoy convencido de que lo ha conseguido.
En ésta ocasión
saltamos dos generaciones hacia delante en el tiempo, al nieto del protagonista
original, un chaval que domina el Hamon de forma innata y que acaba de mudarse
a Nueva York con su abuela. Enseguida se verá envuelto en un combate contra
otro ser portador de una máscara, vampiro le llaman, pero eso será lo de menos,
una forma de presentarle a él y a su época.
Lo realmente
interesante es que se ahonda un poco en el origen de las máscaras, con una
especie de demonio primigenio que las creaba para alimentarse de esos vampiros;
un ser que se escapa de nuestra comprensión y que lleva miles de años dormido.
Es una premisa muy
chula, un misterio a desarrollar y que encima nos acaba el tomo abriéndonos un
poco el abanico para lo que será el resto de la saga.
Me ha vuelto a
gustar mucho, y eso que peca de un exceso de combates. Un dibujo curioso,
excesivo y personajes con mucho carisma por bandera: Jojo's sigue molando!
Hoy os traigo una serie que
entró en Netflix sin hacer ruido, una más para muchos, pero que tiene
suficientes valores como para valer la pena acercarse a ella. Hoy os traigo
Ozark.
La serie nos cuenta la
historia de una familia en la que el padre se dedica a la asesoría financiera,
un trabajo aparentemente normal hasta que vemos (primer capítulo) que la
mayoría de sus ingresos provienen de blanquear dinero para un cártel de la
droga mejicano. Hasta aquí podría parecer normal (para ser una serie), pero las
cosas se complican cuando el cartel descubre que el socio del protagonista ha
estado robando, momento en el que él, para salvar la vida, propone un trato al
cártel: irá a los Ozark (una zona americana) para blanquear mucho más dinero y
más rápido.
Éste es el punto de partida
del primer capítulo, pero hay muchas más cosas en la serie que ver si consigue
blanquear lo suficiente para que no lo maten. Tendremos los problemas
familiares, las particularidades de la zona a la que va, enfrentamientos con
algunos pueblerinos y, como no, sus dificultades para cumplir lo prometido.
La serie bebe mucho de dos
productos bastante notorios: Narcos y Breaking Bad. Ambas alrededor del mundo
de la droga, aunque quiere parecerse más a la segunda, por tener un personaje
aparentemente bueno que está haciendo cosas no tan buenas por su familia.
Reconozco que ésta primera
temporada no impacta tanto como lo hicieron las dos series anteriores, pero
estamos hablando de apenas diez capítulos comparados con series más longevas.
Así, a poco que la cuiden pueden acabar teniendo un producto-reclamo para
Netflix.
La ambientación también es
peculiar, en una zona llena de lagos, con poca gente viviendo y gente que
parece estar apalancada más que viviendo allí. Una especie de paletos
americanos de la américa profunda (algunos de ellos). Casi puedes sentir la
humedad.
Los personajes son el gran
reclamo de la serie más allá de su trama y lo bien desarrollada que está. Todos
tienen metas y personalidades propias, desde la mujer del protagonista (que le
ponía los cuernos) hasta el agente del FBI que les persigue (desesperado por obtener
resultados y capaz de hacer bastantes cosas cuestionables). Son personajes muy
bien construidos, que se comportan de forma muy natural y que dan color a la
serie. Posiblemente el número y variedad de los mismos sorprende bastante (por
encima de la decena), y más por el tiempo que tienen en pantalla.
Pero éste tipo de series no
serían nada sin un protagonista potente, en éste caso el peso cae sobre Jason
Bateman, un tipo acostumbrado a los papeles de comedia y que hace de padre un
tanto apocado. Creo que en ésta temporada funciona mejor gracias al guion que a
su interpretación, ya que aunque el actor tenga carisma, queda lejos de esos
monstruos que protagonizan las dos series de referencia (Narcos y Breaking
Bad). Creo que le falta recorrido, así que ya veremos en el futuro.
Acabo diciendo que la serie
tiene un ritmo un tanto lento, pero en ningún momento llega a hacerse aburrida:
las cosas siguen un desarrollo bastante lógico, y no os preocupéis que las
cosas irán sucediendo.
Una muy buena serie, una serie
con recorrido a poco que la dejen crecer y que sigue justificando el pagar la
suscripción a Netflix. Producto de calidad.
La película de hoy es de esas que sabes que te va a gustar antes de verla. Una película cuyo trailer vi en el cine y desde ese momento tuve clarísimo que acabaría pasándose por ésta sección del blog. Hablemos de figuras ocultas.
La película nos cuenta una historia ambientada en los años 60, un grupo de mujeres (negras) que trabajan en la NASA y se dedican a hacer de calculadoras humanas, revisando los cálculos de los matemáticos encargados de mandar al hombre al espacio en la carrara que hubo con los rusos para lograrlo.
Es una película reivindicativa, que muestra cómo dentro de la NASA también había discriminación, y cómo mujeres realmente inteligentes estaban haciendo trabajo muy por debajo de sus capacidades. También es la historia de cómo superaron (en cierta manera) esas limitaciones y fueron piezas clave para que el hombre acabara en la Luna.
Hay que reconocerle que la película no aporta sorpresas al espectador, tiene clara la historia que te quiere contar y el tono con el que quiere hacerlo (mucho más positivo de lo esperado), demostrando la fuerza de carácter de éstas mujeres y cómo al final lo que importa es lo que somos, no de qué color o sexo.
Digamos que con un enfoque de comedia dramática llegaremos a empatizar con las tres mujeres en las que se pone el foco, y desde su punto de vista veremos una parte importante de la carrera espacial americana.
Es una película muy convencional, de esas que parecen hechas por encargo y con oficio, en la que todos los elementos están a un nivel muy alto (música, actores, fotografía, ritmo narrativo...) no hay absolutamente nada que desentone y todo está en su lugar. Pero también es lo que esperas, un guion previsible y que da al espectador lo que quiere. Es malo? No, simplemente no intenta ir más allá o meterse más a fondo o de forma más dramática en el tema racial (lo roza, pero no hace sangre).
Así, queda una película que me ha gustado tanto como sabía que lo haría y que creo bien vale un visionado, aunque sea para descubrir la figura de una serie de mujeres a las que apenas se conoce y que tuvieron un papel importante en el avance del programa espacial.
Los comics de Batman molan, y
los de Superman también. Entonces, si los juntamos en la misma historia,
debería molar el doble, no?
En el gran acontecimiento
tenemos poco más de cien páginas de una trama compartida entre los dos buques
insignia de Dc, veamos qué tal funciona.
Historia: El comic arranca de forma muy vistosa: hace más de mil
años en plena refriega entre una nave kryptoniana y un agresor. Batalla
mediante la cosa termina con la nave dando un salto a través del tiempo, con
algunos polizones indeseados.
En la actualidad Batman y
Superman encuentran dicha nave y tendrán que acabar haciendo frente al último
superviviente de la misma, obsesionado por vengarse del último descendiente de
Krypton.
Como veis es una trama
sencilla, directa y que se permite algún momento de cierta sorpresa, pese a ser
de lo más manido que os podáis echar a la cara.
Dibujo: Según los créditos del tomo, para hacer éstos cuatro
números (mas prólogo) hicieron falta dos dibujantes. Y no sólo no tienen
estilos parecidos, es que tampoco acaban de tener una calidad demasiado
regular.
Así, el comic arranca con un
prólogo cuyo dibujo no me ha gustado, parece hecho por alguien que está
empezando y al que han dado una oportunidad (y lo digo desde el total
desconocimiento de las artes plásticas).
Y luego está el otro, que nos
ofrece algunas páginas realmente magistrales pero no acaba de mantener el nivel
sobresaliente durante todas sus páginas, bajando a un más que decente notable,
pero sin llegar a la espectacularidad de sus mejores momentos.
Así, incluso un comic con
apenas cuatro grapas USA nos sigue demostrando el poco cuidado o uniformidad
que presentan los superhéroes, principal hándicap en mi opinión para acercarse
a ellos en una serie regular.
Personajes: Evidentemente, siendo un comic que empieza su cabecera
con Batman y Superman ya sabemos dónde van a
caer los focos. Y si encima tenemos sólo cuatro grapitas para
desarrollar trama, nos queda por meter al villano y poco más.
Y así es. Lo curioso del caso
es que ninguno de los dos personajes tiene demasiado desarrollo, limitándose a
adoptar un rol predefinido y pulido a lo largo de las décadas, algo a lo que
ayuda tener tantos años.
De éste modo tenemos a un
Superman potente, algo más destroyer de lo normal, pero cuya primera intención
es el diálogo. Mientras que Batman aboga por la solución más eficiente, aunque
no sea la más limpia.
Del lado del villano tenemos a
alguien que podría dar más de sí, y que espero volver a ver en el futuro, ya
que tiene un puntillo que me ha gustado mucho. Lástima que acabe comportándose
como el típico que sólo quiere eliminar al superhéroe de turno, porque tenía
potencial.
Opinión Personal: Que vaya por delante que éste comic no es ni el
corssover definitivo ni una lectura obligatoria para los fans de los personajes
que salen en ella, se trata simplemente de una obra menor que lo único que
parece buscar es entretener y hacerlo con una cierta calidad.
Así, se nos presenta un inicio
muy chulo, que vincula al villano con el siempre recurrente Kryton y con el
pasado de Superman (aunque sea muy pretérito), para luego poner a los dos
personajes principales a investigar/enfrentarse a la amenaza sin tener muy
claro qué es.
Y funciona, incluso cuando
deja de lado el tramo de presentación para enzarzarse en las hostias como panes
que todos esperamos.
Un comic muy sencillo, con
algún momento sorprendente, otros visualmente muy atractivos y una lectura
rápida y muy fácil. Pero sin ningún tipo de enjundia. Una agradable lectura
menor que intercalar entre otras más potentes. Divertimento sin complicaciones
del que los héroes con mallas saben proporcionar.
Recomendable? Creo que hay
obras mucho mejores con los dos personajes, pero si sois fans seguro que os
entretiene y acaba entrando bien.
La primera temporada de Sense8
demostró que era posible hacer series distintas, series que hablaran de
sentimientos en un trasfondo de ciencia ficción y hacerlo con una producción
simplemente espectacular. Pues bien, aquí está la segunda temporada, una
temporada que tenía un gran reto por delante.
Ésta segunda temporada gira en
torno a conocer lo que sucedió en los orígenes de Whispers, en ver cómo pueden
hacerle frente y en conocer la existencia de más clanes de Sense8. Ésta sería
la trama principal, pero está salpicada de pequeñas tramas de los distintos
personajes, tramas que nos importan y hacen de éstos personajes algo único,
vivo.
Pero qué monos son!
Precisamente son los
personajes (y los actores que los interpretan) lo que da sentido a ésta serie.
Son gente (en general) positiva, que hacen lo que pueden por seguir adelante en
la vida, con sueños, aspiraciones, amigos, amores… todo lo que nos hace
humanos. Y lo mejor de todo es que saben transmitirlo al espectador,
haciéndonos partícipes de lo que les sucede y lo que sienten.
Es una serie para tener la
mente abierta, abstenerse mentalidades cerriles que no conciben una relación
homosexual (por poner un ejemplo), una serie que apuesta por lo mejor del ser
humano e intenta firmemente que nosotros hagamos lo mismo.
En el plano visual la serie es
una delicia. Multitud de ciudades, una planificación minuciosa y mucho talento
hacen que no nos demos cuenta de la dificultad de rodar muchas de las escenas
de la serie, a caballo entre lugares como Seul o Berlín, por poner dos
ejemplos. Es de esas series que hay que ver sentado, a oscuras, con una buena
tele y pendiente de todos los fotogramas (vamos, que para probar teles se me
ocurren pocas series mejores XD).
El conjunto es el de una serie
de primer nivel, una con calidad y talento, que en mi opinión se pone en el grupo
de las grandes (con Juego de Tronos, Breaking Bad o Westworld, por poner tres
ejemplos), una serie que hay que ver sí o sí.
Vale, puede que no sea para
todo el mundo (desarrollo lento, exceso de momentos videocliperos, tendencia
hacia intentar emocionarte haciendo ciertas trampas…) pero los que entren en su
juego tendrán un producto a revisitar de vez en cuando.
Acabo diciendo que me parece
una vergüenza la cancelación de ésta obra de arte, una serie que es capaz de
emocionar a cada capítulo y que por bueno que sea el capítulo de cierre me
sabrá a poco. Es cierto que se han pasado de presupuesto por todos lados, pero
una compañía como Netflix debe vigilar también su imagen, y cancelando ésta
maravilla no lo está haciendo.
Las cosas ya se
ponen serias en Naruto, con los primeros planes de Orochimaru dando sus frutos
y la villa entera luchando por sobrevivir. Es un cambio de registro un tanto
brusco, pero bienvenido.
El grueso del tomo
lo ocupa la lucha entre el tercer Hokage y el mismo Orochimaru. Es un combate
de nivel, con técnicas poderosas y espectaculares visualmente, y que encima
tiene flashbacks que nos explican partes del pasado entre éstos dos personajes.
Me encanta el Hokage y su actitud, la de un hombre que ha sido vencido por la
edad pero decide no rendirse y seguir luchando cuando lo tiene todo en contra.
Por otro lado
tenemos algunas píldoras de lo que ocurre en otros puntos de la Villa, ya sea
con la persecución a Sasuke por parte de Naruto, el combate de Shino contra el
marionetista, la aparición de Jiraiya o la transformación de Gaara. Son
píldoras cortas, que ayudan a no saturar con el combate principal.
Como siempre hasta
el momento tenemos un buen tomo, más intenso por lo que se están jugando los
protagonistas y por la sensación de que la muerte puede estar rondando a algún
que otro personaje.
El supuesto número
de la mala suerte llega a Naruto con un tomo cuya segunda mitad cambia un poco
el devenir de la serie, pero no adelantemos acontecimientos y vayamos por
partes.
Lo primero es el
combate Gaara vs Sasuke, un combate muy esperado y al que no le falta ni
siquiera entrada espectacular en el último momento por parte del segundo
participante. Lo curioso del caso es que siendo un combate tan publicitado
tienes la sensación de que es algo secundario, que algo gordo pasará de un
momento a otro y mejor estar atento a los momentos "accesorios".
Y efectivamente, el
combate se interrumpe cuando Gaara parecía a punto de despertar a su demonio,
con un ataque sorpresa a la Villa que deja a Orochimaru listo para pelear con
el Hokage, y a los ninja de la arena contra los de los hoja. Es el inicio del
ataque, por lo que todo es bastante confuso aún y los protagonistas apenas
empiezan a preparar una defensa.
Quitando la acción,
de éste tomo saco en claro el gran personaje que es Shikamaru, que Gaara está
bastante ido de la cabeza y que Naruto (el protagonista) es un secundario
durante todo el tomo, y el manga no se resiente para nada.
Ha tardado en llegar, pero el
tomo 71 de Bleach ya adorna mi estantería (hasta que lo relea, momento en el
que pasará a la parte de atrás…). En éste tomo no sucede absolutamente nada
relevante para la trama, y es que simplemente tenemos la finalización de un
combate (que ya ni recordaba) y el desarrollo de un segundo, además de la
vuelta a la lucha de dos personajes que parecían ya perdidos.
Es un tomo puro de combate,
centrado en la figura del actual comandante de las trece divisiones.
Como tomo de combate no
funciona mal, técnicas que no hemos visto, momentos sacados de la manga, pero
el caso es que entretiene.
El problema con el tomo lo tengo
al pensar lo cerca que está el manga de terminar y lo lejos que parece mientras
de lo lees, con un nulo avance en lo que a trama se refiere, un tomo que no
aporta absolutamente nada y que visto en retrospectiva lo único que consigue es
seguir cabreándome con la obra y con el autor. Si no quedara tan poco me
planteaba dejarla, y eso para mí es casi herejía XD.
La primera entrega moderna de
ésta saga se llevó un premio en el blog (tercer mejor juego de 2012), y es que
planteaba una trama muy interesante mezclada con una jugabilidad variada y
realmente cuidada.
Hoy os traigo mi opinión sobre su
segunda entrega, que ésta vez he jugado en pc. Veamos qué trae Deus Ex Mankind
Divided.
Historia: Encarnamos a
Adam Jensen, un soldado aumentado (con partes robóticas) que trabaja para una
rama de la Interpol. Somos un agente de élite, uno que vivió una serie de
sucesos traumáticos (primer juego) y se ha visto en medio de una creciente
animadversión hacia los aumentados.
En un momento muy temprano del
juego asistimos a un atentado, y desde ese momento empezaremos una
investigación por encontrar a los culpables y evitar que sigan ampliando el
cisma que hay en la sociedad.
Es una trama MUY compleja,
repleta de información a encontrar (correos electrónicos, agendas) y con
multitud de misiones secundarias que enriquecen el mundo de Deus Ex. Por si
fuera poco, nuestras acciones afectarán en cierta medida al final de la trama.
Incluso diría que el argumento es
demasiado complejo, y eso que lo explican muy bien mediante cinemáticas y los
ya mencionados documentos que podemos encontrar por todo el mapeado. Pero es
que el lío de conspiraciones y asociaciones llega a ser hasta mareante. Para
los que quieran una distopía profunda y con mucha chicha.
Apartado técnico: La primera entrega de la saga destacaba por
un excelente apartado artístico acompañado de un motor visual bueno pero que
tampoco acababa de destacar. Pues bien, en ésta segunda se sigue apostando por
un muy buen apartado artístico, con una Praga entre futurista y “normal” muy
bien recreada, pero es que además luce estupendamente en movimiento.
Aclaro que lo he jugado en PC con todo en Ultra y a 60fps, algo a lo que
no estoy acostumbrado (siempre acostumbro a elegir las consolas) y que me ha
encantado.
Todo el juego se mueve con una fluidez envidiable, escenarios
razonablemente amplios, muy bien pensados y que lucen estupendamente bien en
pantalla. No está a la altura de Gears of War 4, pero es realmente bonito de
ver (y si no, mirad la lista de reproducción que acompaña al texto).
La banda sonora, por su parte, es bastante incidental, no consigue
transmitir ningún tema potente y simplemente acompaña a la jugabilidad.
Lo que sí destaca es el doblaje al castellano, hecho por actores de doblaje
de primer nivel y muy cuidado.
Jugabilidad: En el fondo
éste Deus Ex no deja de ser un shooter, pero uno que permite al jugador encarar
los escenarios como quiera, aprovechando su estilo de juego. Y eso es gracias a
lo bien diseñados que están los escenarios y a la personalización de los
poderes del protagonista a medida que avanza la aventura.
Así, podemos optar por jugar a un
shooter al uso, matando a todo lo que se mueva apoyados por mejoras en la
salud, los escudos, la puntería, etc… O podemos optar por el sigilo, buscando
rutas alternativas gracias a la invisibilidad o a ciertas mejoras de
movimiento. Incluso podemos colarnos en las instalaciones gracias a nuestras
dotes de hacker…
Lo mejor del caso es que
cualquiera de las opciones es válida, incluso se puede optar por una mezcla de
las tres o ir cambiando (dentro de unos límites) sobre la marcha para
adecuarnos a nuestra forma de jugar.
Eso sí, no es un juego fácil, y
caeremos varias veces ante el enemigo (o no veremos un lugar por el que pasar
sin que nos vean, aunque esté allí).
Opinión personal: Éste Mankind Divided es un muy buen juego, hace un puñado gigante de
cosas bien, se ve estupendamente y tiene una trama compleja y profunda. Pero no
me funciona igual de bien como lo hacía su primera entrega.
El primer punto
que me chirría es su estupenda historia. Es una trama que da bastante giros y
con un fondo muy grande, pero que no me llega porque apenas toca en lo personal
al protagonista, algo que sí sucedía en la primera entrega. Ésta desconexión
hacia lo que está pasando porque no afecta tan directamente al personaje es el
mayor error del juego, eso que a veces no te queda claro qué estás haciendo en
algunas de las misiones.
Luego tenemos la
jugabilidad, que aunque sea más depurada creo que se pasa de frenada en la
dificultad, penalizando excesivamente algunos errores en el sigilo y haciendo
casi imposible “reiniciar” la situación sin matar a todo bicho viviente. Para
que os hagáis una idea, hay una misión de infiltrarse en una escena del crimen,
pues bien, un despiste mío acabó con toda una comisaría eliminada a tiros por
la escena (la maté yo), y todo porque me vieron de refilón… Esto es un arma de
doble filo, ya que hará que mucha gente se enganche por el desafío, que es
demencial en el nivel más alto de dificultad.
Entonces, vale la
pena jugarlo? Yo creo que sí, son unas catorce horas de aventura bien llevada,
con multitud de cinemáticas, decisiones, distintas formas de encarar las
misiones… pero sin esa chispa que distingue a un juego notable del que se queda
en la memoria pasados unos meses o unos años.
Divertido de
jugar, sí; bueno, un rato. Pero le falta pulirse más para ser imprescindible,
aunque tenga suficientes virtudes como para haberlo sido.
Hoy os traigo una serie que ha
venido sin hacer demasiado ruido, se trata de Jean Claude Van Johnson y llega
de la mano de Amazon (la tenéis disponible si pagáis el prime). Seis capítulos
de media horita y la acabáis.
En ésta temporada se nos
cuenta la verdadera historia de Jean Claude Van Damme, el que fuera estrella de
las películas chuscas de artes marciales vuelve a su trabajo, que no es otro
que el de agente secreto tras la tapadera del de actor. Con éste curioso
arranque tenemos una serie de comedia y acción donde el protagonista
indiscutible es el personaje de Van Damme.
Os diría que es una serie
homenaje al actor y a algunas de sus películas, a las que hace guiños, un
intento de llevarlo al terreno de 007 pero con un enfoque muy humorístico en el
que el actor entra sin problemas.
No os mentiré, estamos ante
una serie objetivamente mala, que tira del carisma y las coñas para seguir adelante
pero a la que no hay que buscarle nada más allá del entretenimiento y la
diversión nostálgicos.
Técnicamente da el pego, con
escenas que parecen sacadas de las películas de hace veinte años; pero está muy
lejos de otras producciones de la misma época. Se nota que hay poco dinero,
aunque no se siente cutre en ningún momento.
Van Damme está bastante bien,
con un papel totalmente satírico hacia sí mismo que, seguro, os hará esbozar
una sonrisa en más de un momento. Se nos presenta como un hombre vacío, que
vuelve al servicio por la mujer a la que ama y que tiene una forma curiosa de
solventar los entuertos. No está físicamente como estaba, pero a sus casi 60
años sigue estando en forma, y no se arrastra ante la cámara (aunque se le vea
viejo, que lo está).
Creo que a los fans del
personaje o a los que busquen una comedia distinta les puede funcionar bien.
Como he dicho, son seis capítulos de media horita con los créditos incluídos.
Van Damme se los merece, no?
Soy consciente de que la
reseña de hoy es posible que me de algún que otro quebradero de cabeza, pero
como siempre voy con la verdad por delante (la mía) y estamos en un blog
personal y de opinión... la de ésta película no me la voy a callar. Vamos con
La La Land.
Estamos ante una película que
nos viene precedida de un gran éxito de crítica y público, un canto de amor al
género musical vestido de película romántica que además tiene bastante meta
lenguaje.
Nos narran la historia de dos
personajes que intentan triunfar en sus respectivos mundillos y se encuentran.
Un músico que apenas tiene para comer y una actriz que debe servir cafés para
pagarse el alquiler. Una trama no demasiado original, pero tratada con cierto
realismo y no tomando siempre el camino sencillo.
El desarrollo también es
bastante convencional, les conocemos, se conocen, empieza una relación, luchan
por sus sueños... todo muy bonito y dentro del género. Bien rodado y con dos
actores en buena forma (especialmente la Stone).
Los números musicales no son
malos tampoco, con canciones originales bastante pegadizas.
Entonces, si la trama no me
desagrada, los números están bien y la música funciona. Qué falla para mí en
ésta película? Básicamente que me aburre como una ostra.
Creo que los números musicales
en lugar de aportar restan, y eso hace que tenga cortes en la narración cada
cierto tiempo, evitando que llegue a empatizar con los personajes salvo en muy
contadas ocasiones. Es un corte de rollo cada vez que se ponen a cantar, y es
raro, porque es la primera vez que me pasa en una película de éste corte (fan
de las de Disney o musicales como los Miserables o Chicago), así que no es por
el género.
Sinceramente creo que es una
película cuya suma de las partes no la hace mejor, sino peor. Y también opino
que tiene más de un momento que sobra totalmente. Quizás con veinte minutitos
menos y compactando más algunos tramos no me pasaría, pero es lo que hay.
Y es una lástima, porque iba
con muchas ganas de que me gustara, y no sólo me ha parecido normalita sino
increíblemente sobrevalorada (la obra anterior del mismo director le da cien
vueltas).
Sé que soy un bicho raro (y mi
mujer, que la vio conmigo), pero el caso es que no es una película para mí.
Desconexión total. Os diría que si queréis una romántica que miréis Antes de
Ti, y si queréis un musical os hagáis con Vaiana.