Tras un par de novelas un poco
decepcionantes (con Crash a la cabeza) me apetecía mucho embarcarme en una
nueva saga, pero quería algo no demasiado largo y que ya estuviera acabado.
Buscando por la red me encontré
con Las Monarquías de Dios, de las que tenía buenas referencias y que cumplían
mis dos condicionantes. Así que hoy os traigo su primer volumen: el Viaje de
Hawkwood.
Historia: “Una nueva y
potente voz ha surgido en la fantasía” - Robert Silverberg
“Uno de los mejores mundos de
fantasía jamás creados... De duro y robusto realismo... Kearney retrata la
sangre, el sexo y la sed de poder con colores vívidos.” - SFX
“Una saga impresionante por su
percepción humanística, su inusual sistema de magia y su espléndida mezcla de
elementos históricos y puramente ficticios.” - Locus
“Una aventura de fantasía
repleta de acción y de ritmo trepidante”. - SF Site
Año del Santo de 551.
Normannia es un continente dividido. En oriente, las noticias no pueden ser
peores: la ciudad de Aekir, centro espiritual de las Monarquías de Dios, ha
caído ante los embates del sultán de Ostrabar y sus feroces merduk. El
legendario comandante John Mogen ha perecido en la defensa, y el sumo pontífice
de la fe ramusiana hadesaparecido y se presume que también ha muerto. Ahora
sólo queda reagrupar a las fuerzas defensivas desbandadas, y elegir el lugar
donde presentar la última resistencia.
Mientras, en el otro extremo
del continente, la represión religiosa de la orden inceptina siembra el terror
en el próspero reino marítimo de Hebrion.
Sus víctimas: aquéllos que
practican las artes mágicas del dweomer o, simplemente, son extranjeros sospechosos
de desafecto hacia la verdadera fe. En medio de este caos surge la figura de
Richard Hawkwood, un experto marino curtido en mil travesías y elegido por el
rey de Hebrion para capitanear una misión inaudita: navegar hacia el extremo
oeste del mundo, en busca del fabuloso continente occidental, con un cargamento
de magos exiliados a bordo. El viaje promete ser inolvidable.
Puff, pedazo de parrafada que nos
sueltan en la contraportada, pero bueno, parece que el editor (o quien la haya
hecho) tiene grandes esperanzas puestas en la novela, y eso que es la primera
de una saga de cinco…
Una historia que nos lleva a un
nuevo mundo, parecido al que había en Europa cuando la edad media empezaba a
tocar a su fin, con un sistema muy feudal, pero con armas de pólvora y mayor
refinamiento.
Con una iglesia que parece estar
en los peores momentos de la Inquisición, y con una guerra en el país más occidental
del continente, que está siendo invadido a lo bestia por las tribus salvajes (o
musulmanes, siguiendo el paralelismo).
La novela arranca con la caída de
la ciudad santa, una proeza que nadie creía posible y que pone (lógicamente)
nerviosos a los gobernantes que están bajo el amparo de la iglesia, las
conocidas como monarquías de Dios.
Durante la novela seguiremos las
intrigas entre los reyes, las peticiones de tropas, las luchas por el poder en
el seno de la iglesia y la evolución de la guerra.
Todo ello (por si fuera poco)
aderezado con un viaje al oeste por mar en busca de un continente legendario en
el que nadie parece creer.
Así mezclaremos los momentos de
tensión en el barco, los asedios, las huidas del ejército infiel, las luchas
por el poder y las maniobras políticas en una trama muy bien construida y que
en contra de lo que pueda parecer no queda para nada saturada pese a
desarrollar todo eso en apenas 340 páginas.
Parece que tengamos tres tramas
distintas (el viaje, la guerra y la política) en una sola novela, todas y cada
una de ellas igual de importantes que las demás. Todas igual de importantes y con sus momentos para el recuerdo, tratadas de forma adulta y sin escatimar en ningún momento con la salsa de tomate.
Una historia rica y compleja con
buenos personajes que se nos plantea a la perfección en ésta primera novela,
que no por ser una introducción deja de tener sus puntos álgidos.
Personajes: Uno de los
puntos fuertes de la novela, tanto por la gran cantidad de principales que hay
como por el peso que sabe darles el autor en todo momento, pareciendo tan
importante el mago encerrado en la bodega de un barco como el sacerdote que
aspira al pontificado. Los más destacables son los siguientes:
Richard Hawkwood: El capitán del barco que embarca hacia lo
desconocido, un hombre de mar que parece preocuparse únicamente por el
bienestar de su barco y sus tripulantes.
Corfe: El único soldado superviviente de la caída de la ciudad
Santa. Viaja hacia el interior de su país intentando olvidar a la mujer que
dejó atrás y la vergüenza de no haber caído junto a sus camaradas. Un hombre
muy práctico que intenta sobrevivir por cualquier medio, peor que cuando vea la
oportunidad de redimirse no la dejará escapar. Desde su punto de vista veremos
cómo avanza la guerra y las distintas batallas.
Abeleyn: El rey de Hebrion, un país que empieza a tener demasiada
influencia de la Iglesia y cuyo monarca intenta mantener el equilibrio y seguir
ostentando el poder. Es un rey joven y bien preparado que no comulga con los
preceptos más radicales de la religión. De su mano veremos los movimientos de
los reyes para mantener su independencia de la Iglesia mientras intentan hacer
frente a la invasión.
En el barco: Dentro de los viajeros que se embarcan hacia el oeste
tenemos multitud de practicante de la magia que huyen de las piras donde se
queman a los herejes, un contingente de soldados, una mujer lobo junto a su
mago guardián, un par de sargentos y al noble que ha tenido la idea de la
expedición. Ah, y un sacerdote que embarca en el último momento.
Dicho noble es el primo del rey
Abeleyn, un hombre que intenta encontrar un nuevo lugar del mundo en el que
ostentar el poder absoluto. Alguien que no soporta que le lleven la contraria y
un ligón nato.
Musulmanes: Es muy interesante ver varios momentos el punto de
vista del general del ejército merduk (como llaman a los invasores en la
novela), un hombre que se basa en el honor y que lleva muchas décadas
batallando por su sultán. Alguien que se preocupa por sus hombres y que ha
hecho lo que nadie creía posible: tomar la ciudad santa.
Me gusta que salgan porque se ve
cómo no son los infieles estúpidos que algunos piensan, siendo gente que
respeta la cultura y a sus enemigos, además de dar un buen trato a los pueblos
que ya han conquistado.
Vale la pena nombrar también al
sultán y a su mago, dos personajes que seguro dan juego en el futuro.
De reyes y sacerdotes: Con ellos tenemos la parte más política del
libro, desde el sacerdote (cardenal) que quiere optar al sumo pontificado, para
lo que empieza a quemar herejes y a hacerse fuerte con el lado radical de la
iglesia. Un hombre con ansias de poder que hará lo posible (hasta dejar caer
países) para mantenerse en el cargo.
En los capítulos de éstos
estamentos sociales veremos las cosas desde una perspectiva más amplia (de solicitudes
de refuerzos a posibles alianzas con países de fuera de las monarquías de Dios).
Muy interesantes y tratados de forma muy realista.
Opinión personal: Desde
las Furias de Alera que no me encontraba con una novela que me atrapara tanto
como lo ha hecho ésta, un libro que consigue mantener un ritmo envidiable pese
a saltar de una punta a otra del continente, y de seguir tramas que no siempre
están enlazadas.
Casi diría que lo mejor de todo
es lo bien que sabe mezclar los distintos puntos de vista, sin dejarse a nadie
(desde el comandante de las fuerzas infieles hasta el capitán del barco que
hace el viaje a lo desconocido, pasando por reyes, nobles, magos y desertores).
Y lo hace manteniendo un mundo
reconocible por parecerse tanto al nuestro, lo que ayuda muchísimo a entender
las diferencias entre algunos reinos o el creciente poder de una iglesia
militarizada.
Además, las escenas bélicas están
tan bien narradas que parece que estemos en medio de los asedios, oliendo la
pólvora y viendo cómo miles y miles de musulmanes con sables cargan contra
posiciones fortificadas defendidas por pocos hombres. Defensas desesperadas que
reciben poca ayuda de otros países debido a las luchas internas en los
distintos reinos.
Todo está tratado desde un punto
de vista maduro, sin llegar a la crueldad de algunos pasajes de juego de
tronos, pero sin cortarse con algunas tramas cuando la ocasión lo requiere.
Y todo esto en una primera novela
no demasiado extensa que se lee en cuatro tardes (literal) sin poder dejarla en
ningún momento. Posiblemente ésta brevedad en la novela hace que todo suceda
mucho más deprisa, pero sin sensación de precipitación (quita toda la paja
inútil, vamos). Engancha cosa mala, de verdad.
Dicho lo cual, no puedo sino
salivar al pensar lo que puede estar por venir en las cuatro novelas restantes,
que en caso de mantener el nivel pueden dar lugar a una saga realmente excepcional.
Lógicamente no puedo menos que
recomendar éste estupendo exponente de la literatura fantástica más adulta que
en los últimos años está viendo la luz. Una pequeña joya que estoy seguro
disfrutaréis tanto como yo.
Me he dejado varias cosas de
importancia por comentar (como la magia o las conspiraciones para que el viaje
no llegue a buen puerto), pero creo que con lo que llevo escrito ya os podéis
hacer una idea de lo que os vais a encontrar en la novela.
Valoración Personal: 9,8.