Justo ayer me puse a ver una
película de esas que llevaban mucho tiempo en el tintero (y cuya novela tengo
pendiente), de esas que por un motivo y otro no te pones a ver.
Pero el momento ha llegado al
fin, y ya he visto The Road.
Cientos de años en el futuro
sucede alguna especie de cataclismo que empuja a la humanidad contra las
cuerdas hasta unos niveles muy extremos. Apenas vive nadie ya en grupo, la
gente se come entre sí, y las bandas armadas acaban con cualquier que parezca
tener algo de mínimo valor.
En éste mundo un padre y un
hijo viajan por la carretera buscando el mar, y de allí seguir hacia el sur en
busca de un lugar seguro en el que poder vivir.
Un viaje lleno de peligros y
momentos de extrema crudeza, en el que el padre hará lo que sea necesario para
seguir adelante. Desconfiando de todo aquél que se les acerque y intentando, a
la vez, dar esperanzas a su hijo.
Éste viaje se complementa con
algunos flashbacks de momentos pasados, en los que la madre seguía con vida y
las cosas no parecían estar tan mal como lo están en éste momento.
Argumentalmente no es que sea
nada excesivamente original, pero lo extremo que llega a ser alguno de los
momentos del film y lo mal que está todo, hacen que sea más una película de
sensaciones, de esas que te dejan con mal cuerpo.
A eso ayudan el genial trabajo
de luz y color (oscuro, todo marrón, sin vida) y las interpretaciones de la
pareja protagonista.
De verdad que es una de esas
películas que mejor no ver si tenéis el estómago sensible, porque seguro que os
lo pone del revés.
Y con películas como ésta se
demuestra, una vez más, que es posible hacer sentir al espectador con un puñado
de actores, un descampado cerca de un basurero y una buena ambientación.
Creo que vale la pena verla,
sobretodo por lo visceral y distinta que es (como llevar un par de pasos más
allá The Walking Dead). No os explicará qué pasó, no os explicará qué pasará,
simplemente os mostrará la supervivencia de un padre y su hijo en un mundo muy
adverso.
Valoración Personal: 8.
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