Y otra serie que llega a su final, en éste caso es la
incomparable Friday Night Lights, y digo incomparable no porque no haya serie
de temáticas similares, sino porque es la única que aúna tantos elementos de
calidad.
Una quinta temporada que nos muestra un nuevo año de
fútbol americano en Dillon, como siempre del equipo entrenado por el entrenador
Taylor, el hombre que sirve de eje para todas las tramas.
En ésta ocasión estaremos de nuevo en el instituto de
Dillon Este, y su equipo: los Lions. Éste equipo tira de los mismos personajes
que la temporada anterior (con una adición o dos), lo que es de agradecer, ya
que cuesta menos ponerse en harina.
Como última temporada que es, habrá cameos de casi todos
los personajes importantes que ha visto la serie, aunque sea una simple imagen
o comentario para saber qué es de su vida. Se han hecho mayores (un poco) y eso
se nota: desde Jully yendo a la universidad hasta un a imagen de Smash jugando
en su equipo universitario y triunfando.
Un montón de pequeños detalles que acompañan a la
temporada y los problemas propios de la misma (y que no tienen porqué venir de
lejos).
Una temporada que en sí misma mantiene un nivel muy alto,
con todo lo que ha hecho grande a la serie: fútbol americano aderezado de
muchas historias personales, un todo que se interconecta y que nos enseña las
vidas de los que viven en ese pueblo de Texas donde se respira fútbol por los
cuatro costados.
Me encanta.
En cuanto al final en sí, es más que digno; dándonos una
idea de qué les pasa a todos, pero sin profundizar demasiado: lo justo para que
imaginemos nosotros el resto. Impecable.
Poco más que decir de una serie que se ha convertido por
méritos propios en una de mis favoritas, que pienso volver a ver en breve y del
tirón, y que os recomiendo a todos.
Imprescindible, de verdad.
