Si me he llevo una sorpresa
agradable con las series estrenadas en la temporada 2012/2013 ha sido sin lugar
a dudas Hannibal.
Para los que no sepáis nada de
ella, la serie nos cuenta la historia de un psicólogo capaz de meterse en la
mente de los asesinos y reconstruir todo lo que han hecho. Dicho hombre (Will)
ha estado apartado del FBI porque cuando se mete en la mente de un psicópata
algo de éste le queda dentro, lo que le ha provocado en el pasado varios
trastornos emocionales.
Pero hay un asesino en serie
nuevo, y el FBI le irá a buscar. Aunque claro, para que no se le vaya la cabeza
en plena investigación le ponen a un psicólogo experto para que le controle, y
éste no es otro que el archiconocido Dr. Hannibal Lecter.
Lo que empieza siendo una
investigación normal, se va complicando y complicando a medida que Will se mete
más y más en el caso, aparecen nuevos asesinos y su amistad con Lecter se va
afianzando.
Una serie perfectamente rodada,
con multitud de toques oníricos (para representar las idas de olla del
protagonista), varios diálogos a dos bandas muy potentes, momentos
desagradablemente gore y unas interpretaciones excepcionales.
Además, la historia queda
bastante cerrada, al menos la que se nos plantea en ésta fantástica primera
temporada. Y eso es un punto muy a favor de la serie.
De verdad que no me esperaba
que estuviera tan bien hecha, no cayendo en la parodia en ningún momento,
dándonos poco a poco pinceladas de información… y enseñándonos cómo es
realmente Hannibal.
Una de las buenas, que pese a
ello casi la cancelan en ésta primera temporada por baja audiencia… pero bueno,
por suerte no ha sido así y podremos disfrutar de una segunda temporada.
Por el momento toca ver ésta,
eso sí, no apta para estómagos o mentes sensibles.
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