lunes, 15 de mayo de 2017

Los Siete Samuráis

Con motivo del visionado de la reciente adaptación de los Siete Magníficos y por culpa de un podcast de la Órbita de Endor me dije a mi mismo que qué mejor forma de ver la última versión que ponerme antes con la primera. Y eso hice.

Los siete samuráis es una película de 1954 con una duración de más de tres horas y dirigida por el celebérrimo Akira Kurosawa. Esto no será un análisis sesudo (nunca lo son) ni repleto de curiosidades. Para ello están Wikipedia y páginas mucho más trabajadas que la mía. Aquí tendréis una review light. Como siempre.

La película nos traslada al Japón feudal, con una aldea campesina que está siendo atacada con cierta regularidad por bandidos, algo que no pueden soportar más y para lo que deciden contratar a samuráis sin señor, los suficientes para proteger el pueblo pero lo suficientemente acabados como para no querer cobrar por el trabajo.

Así, poco a poco se irá formando una cuadrilla con siete de éstos guerreros, cada uno con sus particularidades y personalidad que acabarán llegando al pueblo, viendo la situación y… mejor la veis vosotros.

La película es lenta, con un ritmo narrativo muy alejado del habitual y que la lleva a un metraje a todas luces excesivo. Pero incluso viéndola con los ojos de hoy tiene encanto suficiente como para mantenerte viéndola, y eso tiene un mérito tremendo.

Las actuaciones son bastante buenas, en general, también teniendo cuenta la forma teatral de actuar de los japoneses durante la época. Aquí veremos rostros exagerados o interpretaciones un poco pasadas de vueltas. De todos modos, es muchísimo menos exagerado que en otras películas coetáneas, e incluso hay algún que otro actor que se muestra contenido.

Visualmente ha soportado bien el paso del tiempo. Supongo que el trasladar una época pasada hace que con vestuario y unos pocos escenarios se pueda hacer un producto visualmente atractivo, con buenos planos y que se sigue a la perfección. Incluso los combates están bien rodados y transmiten lo que quieren.

Es una película un tanto dura de ver; de esas que hay que mentalizarse antes de ponerse e intentar valorarlas con los ojos de la época, comparando con lo que se hacía en la misma. Viéndola así la película sobresale como una auténtica obra maestra, una película adelantada a su tiempo y que nos trae un relato magníficamente contado e interpretado, acompañado con una gran banda sonora.
Si la vemos con los ojos de un espectador actual… la película sigue sosteniéndose. Es cierto que es demasiado lenta, que hay actores sobreactuados o que la forma de rodar no tiene nada que ver con la de hoy. Incluso es posible que os durmáis en algún momento concreto. Pero la película sigue teniendo la fuerza suficiente (gracias al carisma de sus personajes y al buen hacer de Kurosawa) como para ser un producto notable que vale la pena ver si sabes a lo que te vas a enfrentar.

Yo la he disfrutado. Han sido tres horas bien empleadas que me han enseñado algunas cosas que no conocía y me han acercado a un producto cinematográfico mítico. Casi diría que vale la pena aunque sea sólo por tacharla de mi lista de pendientes XD.

Doy el tiempo empleado en verla por bien invertido, y creo que si tenéis curiosidad por la cinta u os gusta el cine de temática oriental acabaréis por cogerle el gustillo. Eso sí, el inicio, hasta que te adaptas es bastante duro.

Valoración Personal: 8.

PD: Está disponible en Netflix y ver a Toshiro Mifune en acción es otro punto a favor para verla.

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