viernes, 3 de mayo de 2013

La Espada de la Disformidad - Malus Darkblade IV


Unas semanas después, volvemos al sangriento mundo de Warhammer para seguir con la historia del maldito Elfo Oscuro de nombre Malus Darkblade, que con éste su cuarto libro encara la recta final.

Seguirá mejorando ésta saga, o ya hemos visto lo mejor que puede ofrecer?

Historia: En el Viejo Mundo no existe una raza tan cruel ni malvada como la de los elfos oscuros. Su malevolencia y odio son legendarios, pero hay un nombre que se destaca por encima de todos los demás: Malus Darkblade.

¡Poseído por el ancestral demonio Tz’arkan, Darkblade debe emprender una peligrosa búsqueda para recuperar cinco objetos de poder o condenar su alma para siempre! ¡Ahora, su atención se centra en la legendaria Espada de Disformidad de Khaine, un arma de inimaginable poder que podría significar la diferencia entre la condenación y la supervivencia!

Dejamos a Malus en un momento bastante jodido de su vida, cuando todos sus planes de gloria y conquista se venían abajo y pasaba a ser un proscrito entre su gente, perseguido por matar a su padre y con escasos meses antes de perder su alma.

Pero le dejamos también sabiendo que era el centro de unos planes que duraban milenios, y con el conocimiento del paradero de la cuarta reliquia necesaria para liberarse.

Y eso es lo que seguirá intentando en éste libro: recuperar la Espada de la Disformidad del mayor templo al Dios del asesinato que hay en la tierra de los elfos oscuros; por si fuera poco, deberá hacerlo en medio de una guerra dentro de la ciudad, en la que los dos bandos le cortarían la garganta de conocer quién es.

Aceptará Malus su destino o seguirá luchando contra él y contra el demonio que hay en su interior? Si queréis saberlo os toca leer la novela.

Personajes: Centrado totalmente en Malus, la novela tiene pocas páginas para destacar a nadie más que no sea al protagonista; aun así salen algunos viejos conocidos que es grato recuperar. Vayamos con los principales:

Malus Darkblade: El protagonista, al que vemos desquiciado por no saber si el poder del demonio acabará con él o si puede seguir utilizándolo. Sigue siendo el manipulador maquiavélico con una suerte increíble en combate (está a punto de morir como veinte veces durante el libro).

Un gran protagonista, del que se agradece toda la crueldad y mala leche que se gasta. Es refrescante tener a alguien tan puramente malvado en el centro de la narración.

Arleth van: El antiguo asesino a las órdenes de Malus reaparece en ésta novela, y demuestra su utilidad en casi todas las páginas en las que sale, ya sea por la información que sabe (fue asesino en el templo sobre el que gira la trama) o por la relación con su señor. No es Hauclir, pero se agradece que Malus tenga a alguien para darle el contrapunto.

Urial: El hermano deforme que se cree el elegido de Khaine usa toda su brujería para hacerse con la Espada de la Disformidad y conseguir el poder que él cree estar destinado a recibir.

Otros: Aquí vendrían todos los elfos oscuros que se ponen a favor o en contra de la reclamación de Urial, desde los ancianos del templo hasta los disidentes, pasando por alguna elfa bruja. Unos cuantos personajes con nombre, la mayoría con bastante ambición y capacidad marcial (como se le supone a un elfo oscuro).

Lo más interesante de ellos es conocer la historia del templo de Khaine y la religión de los druchii.

Opinión personal: Tanto si habéis leído las reseñas de la saga como algún libro de la misma, a éstas alturas ya sabéis qué vais a encontraros: literatura sencilla con un protagonista bastante cabroncete ambientada en un mundo que giras una esquina y te atacan.

Porque en ésta novela he vuelta a notar los errores que me tiraron para atrás en el primer libro de la saga (igual no tan bestias, pero ahí están) y que no son otros que centrarse demasiado en las escenas de acción, y lo peor es que hay varias de ellas que sobran.

Pero bueno, con Malus es lo que hay, si se encuentra con unos niños fijo que son asesinos en serie que quieren su sangre al paso que va.

Dejando eso de lado, la trama no es tan chula como la del libro anterior, y eso que todo el trasfondo de la ciudad y del templo de Khaine está muy bien hecho, y le da el fondo que le faltaba a la saga.

Acción, mala leche, ambientación en una ciudad en guerra y las comidas de olla habituales del protagonista, eso es lo que hay aquí. Que está bien para pasar un rato? Sí, pero sólo lo recomendaría a los fans del mundo, o a los que disfruten con novelas que no tienen mucho donde rascar, de esas sencillas y directas.

Valoración personal: 7,5.

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