Con éste juego pongo punto y
final al repaso que le he pegado al remaster de la trilogía de Crash Bandicoot.
Una tercera entrega que supone un estupendo final para lo que veníamos viendo
hasta ahora, pero no nos adelantemos.
Historia: De verdad que a éstas alturas esperamos que un Crash
Bandicoot tenga trama digna de tal nombre?
A ver, supuestamente el
hermano de nuestra máscara es un mamoncete que quiere hacerse con los cristales
junto a Cortex, y nosotros tendremos que impedirlo. Para ello iremos a lo largo
de 25 niveles y 5 boses (más unos poco más para los completistas).
Apartado Técnico: Lo que es el músculo técnico es exactamente igual
que en los juegos anteriores, un juego muy vistoso, que corre ágil y sin
tirones pero que no supone ninguna virguería técnica. Una actualización de un
juego con muchos años a sus espaldas.
Pero sí que destaca en sus
escenarios, más que juegos anteriores, gracias a una mayor variedad de los
mismos (china, egipto, roma, misiones en avión, lancha, submarinas, motos...)
en fin, siempre da la sensación de estar viendo algo nuevo, todo artísticamente
bien trabajado y con un colorido que llama la atención.
Banda sonora y efectos
resultones y que apelan a la nostalgia (para los que jugamos los originales)
pero no destaca comparándola con otras contemporáneas.
Jugabilidad: Para ésta tercera entrega desde Naughty Dog quisieron
poner toda la carne en el asador, con un juego que cogía lo de los dos
anteriores y lo refinaba hasta el máximo que el género plataformero podía dar.
En las fases de plataformas es
un juego de dificultad media (al contrario que los anteriores) algo que le hace
mucho más asequible y evita el tener que farmearse unas vidas para pasar ese
nivel imposible. Una dificultad que escala pero que no desespera y que
cualquiera puede terminar.
Añade además un montón de
fases distintas (entre boses, huir hacia la pantalla, carreras en moto, subidos
a los de un tigre, en una lancha, en un avión o bajo el agua). Son niveles con
mecánicas nuevas y que ayudan a que las plataformas no saturen, dando como
resultado un juego mucho más ágil y entretenido de jugar.
Eso sí, sigue siendo un reto
para los que quieran desbloquear el máximo porcentaje del juego (sobre el 30 si
no coleccionas nada), algo que dará algún nivel más, además de la satisfacción
al jugador.
Ah, y que no se me olviden los
poderes desbloqueables al terminar cada uno de los cinco “mundos”, que harán
que volver atrás sea más sencillo.
Opinión Personal: Como he dicho en la introducción, ésta tercera
entrega de la saga es un refinamiento de lo visto en las dos anteriores, mayor
variedad de escenarios y mecánicas jugables unidos a una dificultad mucho más
medida. Es algo que hace que el resultado final sea mucho más satisfactorio y
no tienes ganas de lanzar el mando contra la tele en ningún momento.
Y lo hace sin perder su
desafío, ya que conseguir todos los coleccionables (para ver el final real del
juego) no es moco de pavo, y llevará un buen puñado de horas a no ser que seáis
dioses del mando. Intentos e intentos en cada nivel hasta que os los conozcáis
al dedillo. Eso sí, es opcional y sólo para completistas.
En general es un juego que
funciona mucho mejor, especialmente comparado con el primero. Un traer a 2017
un juego de 1998 y hacerlo con gusto y respetando todas las mecánicas pero
actualizando su apartado técnico.
Posiblemente sea el mejor
exponente del género en su época (plataformas 2D), un referente que acabó de
poner a Naughty Dog en el mapa, antes de que siguieran refinando la fórmula con
los Jack & Daxter.
Éste se puede disfrutar aunque
no seas fan nostálgico, pero que despierta algo en tí si tienes (como yo) los
tres primeros en la estantería.
Buen juego, divertido y que
vale la pena si te va el género.
Valoración Personal: 8,5.
Valoración Meristation: 8,8. (Nota trilogía completa)
Valoración Metacritic: 80. (Nota trilogía completa)
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