Segundo tomo de City
Hunter y da la sensación de que el manga coge velocidad de crucero, los
villanos están claros (la organización malvada) y durante la mayor parte del
tomo tenemos una historia en la que Ryo se los quita de encima durante un
tiempo. Excusa? Sin duda, pero efectiva para poder hacer historias más pequeñas
y distendidas.
Llama mucho la
atención la duración variable de los capítulos, con uno de más de cien páginas
y otro que apenas supera las treinta (y un tercero que no recuerdo lo que
dura). Es curioso porque acostumbran a estar constreñidos por las páginas de la
revista en la que se publicó en su momento.
Las historias en sí
me parece buenas las tres, y aunque la primera sea más larga y tenga más acción
me parece más graciosa la última, donde Ryo hará de guardaespaldas de una chica
de instituto.
Son historias
divertidas, con acción, algo guarrillas por momentos (como las constantes
erecciones del protagonista) pero con un tono simpático que casa muy bien con
los momentos dramáticos. Además, la relación entre los dos protagonistas
funciona como un tiro, y se va afianzando poco a poco a medida que se conocen
más y les conocemos nosotros.
Estoy disfrutando
mucho de la relectura, quizás más que en su momento, tendré que intentar
encontrar alguna forma alternativa de seguir leyendo en el punto en que lo dejó
mangaline en su momento.
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