Me ha costado volver a City
Hunter, una obra que me gusta, pero de la que me empacho con cierta facilidad.
Supongo que el tener historias siempre similares ayuda a dicho empacho, y ya el
cambio
generacional no digamos.
Porque City Hunter acaba
siendo (casi) siempre lo siguiente: una chica atractiva con algún tipo de
problema entra en la vida de Ryo, que deberá protegerla o encontrar a quien la
está persiguiendo. Y aquí ya entran los chistes con lo caliente que va Ryo, sus
intentos de encamarse con la susodicha y las entradas en escena de Kaoru para
evitarlo.
Y éste tomo no es distinto: la
chica es una princesa y tiene el añadido de llevar a una doncella con ella que
intenta evitar que Ryo tenga tema.
Pero bueno, los gags están
bien (más allá de ser totalmente machistas y fuera de lugar a día de hoy), la
acción es buena, los personajes bien definidos y el dibujo estupendo.
Pero siempre es lo mismo.
Espero leerme el tomo 16
pronto y no volver a estar unos meses parados con City Hunter, a ver si consigo
darle un arreón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario