Llego al final de la colección
de Hellblazzer (al menos la regular, que aún me queda un tomo con más material)
y lo hago con la tercera entrega del guionista Peter Milligan.
Lo curioso del caso es que no
se nota desde el primer momento que estemos ante el último tomo. El guionista
planta alguna semilla de tramas a desarrollar en el futuro (sobrino
Constantine) que no acaban de explotar y se quedan en algo secundario. Me da
que pensar y creo que la cancelación de Hellblazzer como tal (y su paso a
Contantine) vino bastante de sorpresa.
El tomo en sí sigue con la
calidad a la que nos había acostumbrado Milligan, que juega con sus propios
personajes y el nuevo estatus de Constantine (casado). La relación de pareja
más allá de unos pocos números le sienta bien al mago, y más con un personaje
tan potente y autosuficiente como es Epiphany.
Seres de ultratumba, huidas de
la muerte, mentiras, decepciones... todo lo que ha hecho grande al personaje lo
volveremos a tener en éste tomo, con el punto a su favor de ser el más moderno
de todos, con lo que la narrativa y el dibujo están muchísimo más en sintonía
con lo que me gusta que aquellos lejanos primeros números de la colección.
La etapa de Milligan se me ha
hecho tremendamente entretenida y podría ser un buen punto de entrada para los
que quieran acercarse al personaje.
Quedo a la espera de pillarme
el tomo que me falta para hacer la review de la obra completa, espero no tardar
demasiado.
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