Reconozco que si no fuera por
el canal de youtube de Pazos64 no me habría acercado a éste juego nunca. Es un
juego indie perteneciente al género de los roguelike, y la verdad es que no me
llamaba nada. Pero es que lo dejaba tan bien…
Historia: Somos una especie de babosa que cae a una prisión, sobre
un montón de cadáveres. Allí, nos hacemos con un cuerpo, encontramos un arma y
empezamos a matar a todos los enemigos que nos encontramos hasta llegar al
final.
Con ésta premisa tenemos una
historia que nos cuenta lo que ha sucedido allí, de forma contextual (con
habitaciones escondidas, escenarios, enemigos, etc…) un poco como hace la saga
Dark Souls, generando un mundo con cierta profundidad que está ahí al alcance
del que quiera sumergirse un poco.
Tampoco esperéis una historia
inolvidable, pero al menos existe y cumple su función.
Apartado Técnico: El primer indicio que uno se encuentra de que
está ante un juego indie es su apartado visual. Generalmente porque intenta ser
algo distinto, o tirar de retro… son juegos con un presupuesto mucho menor, que
deben tirar de ingenio para destacar sobre los demás.
En Dead Cells nos encontramos
un apartado técnico que recuerda a lo retro, pero que no lo es. Un juego que se
genera de forma procedural (“aleatoria”) en sus mapeados y colocación de
enemigos no puede tener el mimo de otros, que llegan incluso a estar pintados a
mano. Pero aun así se consigue dotar de una atmósfera muy particular a la
aventura, con enemigos bien diseñados, escenarios con unos fondos muy chulos
(no tanto lo que vemos en primer plano) y lo mejor de todo: un personaje cuyas
animaciones recuerdan poderosamente a las del clásico Prince of Persia.
Es un juego que gana mucho en
movimiento, incluso en modo portátil creo que se ve mejor, porque esas zonas
menos definidas quedan más escondidas en la pantalla pequeña, y al ver lo
fluido que va todo a uno se le olvidan algunos detalles.
No sería un juego top dentro
de lo indie como podría ser Hollow Knight, pero sí que tiene suficiente entidad
como para destacar.
Eso sí, el apartado sonoro me
parece pobre, no pasa de cumplidor y es totalmente olvidable desde el minuto 0.
Una lástima.
Jugabilidad: En el arranque de la reseña decía que estamos ante un
juego Roguelike. Esto quiere decir que tenemos niveles que se generan de forma
procedural, con una única vida para llegar hasta el final (o hasta donde
podemos) y donde al morir perdemos todo el progreso, haciendo que lo único que
valga sea nuestra habilidad.
Con ésta premisa (y añadiendo
algos elementos propios) nos da un juego de acción 2D con elementos
Metroidvania (poder coger poderes para explorar de forma distinta los
escenarios) y un sistema de combate medido al milímetro, donde cada enemigo es
un reto hasta que los conoces al dedillo; y donde cada muerte es única y
exclusivamente culpa tuya.
Así nos da un sistema de juego
profundo y que te pica mucho a hacer otra partida. Además, sí que conservamos
cierto progreso, mejorando algunas cosas o comprando algunas armas con las
“células muertas” de nuestros enemigos, algo que hace que la frustración sea
menor y tengamos cierta sensación de progresión más allá de nuestra mejoría con
el mando.
Juego desafiante, divertido,
de los de una partida más… pero en el que la muerte es parte de la mecánica, y
donde moriremos muchas veces.
Tiene un buen puñado de
caminos alternativos (niveles) a descubrir, y que son parte de la gracia de
seguir jugando una y otra vez.
Opinión Personal: Reconozco que el roguelike no será un género al
que vuelva con asiduidad. Eso de morir sin parar cuando no tenemos un progreso
claro (como en un Dark Souls) o ciertos checkpoints… no está hecho para mí. De hecho ha habido
momentos en los que he muerto en el jefe final en el que he estado a punto de
tirar el juego (consola incluida) por la ventana de la frustración.
Pero el juego va a eso, a
jugar con la frustración del jugador, con el que quiera seguir una partida más.
Igual que hacían las recreativas de los 80 y 90. Es algo que a día de hoy se
lleva poco, pero que en éste juego funciona gracias a esa progresión secundaria
que no te da la sensación de estar empezando al 100% de 0.
No es un juego para todo el
mundo, es difícil, desesperante, con un apartado técnico distinto. Pero un
juego con una jugabilidad deliciosa, en el que cada movimiento responde de
maravilla y en el que cada combate es disfrutable. Y es ese sistema de combate
divertido el que te empuja a volver a pasar los niveles una y otra vez.
En mi caso han sido más de 15
las horas necesarias para llegar al final, y aunque desvirtúe el tipo de juego
hubiera agradecido un modo de dificultad adicional (no tiene) para mancos, en
el que repetir las pantallas en lugar del juego entero. Sé que el juego no va
de eso, pero lo hubiera agradecido como opción, la verdad.
Emitir un veredicto se hace
difícil, ya que no tengo más experiencia en el género de los roguelike, con lo
que únicamente me puedo guiar por mis
sensaciones y experiencias. Éstas han sido buenas, mejores de lo esperado para
un género que, repito, no está hecho para mí. Y vistas las críticas de gente
que sabe mucho más que yo, en caso de querer acercaros a éste género, Dead
Cells es una opción magnífica (y en Switch más, por el tema portátil).
Valoración Personal: 8.
No hay comentarios:
Publicar un comentario