Hay que ver lo poco
que les ha durado la superioridad al grupo de protagonistas, que han pasado de
mostrarse molones y sobrados a ser derrotados en rápida sucesión (caen dos en
éste tomo). Y lo curioso del caso es que caen contra enemigos que tampoco son
nada del otro mundo.
Por un lado está el
final del combate de Sado, totalmente sobrepasado por uno de los enemigos
supuestamente poderosos (aunque no sabíamos nada de él hasta el momento).
Y por el otro lo que
ocupa casi todo el tomo, el combate de Rukia contra un tipo de relleno. Eso sí,
se sacan de la manga una excusa para darle carga dramática y justificar que sea
de los combates más largos en lo que va de obra. Y eso me ha gustado, aunque
hayan tirado de una trama que se daba ya por cerrada: falta de ideas?
Me encuentro en las
mismas que los dos o tres últimos tomos, tenemos combates contra personajes
aparentemente irrelevantes que están entretenidos, sirven para ver a los
personajes en acción pero al final no aportan nada más allá del puro
entretenimiento.
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