Cambio un poco el formato de las reseñas de libros, más que nada porque es posible que publique alguna en otras páginas, y lo mejor es que tengan un formato un poco standard. Ésta en concreto será publicada en breve el Los Espejos de la Rueda.
Sobre el autor:
Daniel Keyes nació en Nueva Yorken el año 1927, aunque en la actualidad reside en Florida. Entró en la U.S. Navy a los diecisiete años, y acabar su servicio en la marina, volvió a sus estudios en la Universidad de Brooklyn, donde recibió el título en Psicología.
Su primer trabajo fue como fotógrafo de modas, más tarde dio clases de inglés en Nueva York, mientras cursaba estudios de Literatura Inglesa y Americana en la Universidad de Brooklyn. Una vez terminados estos se trasladó a la Universidad de Ohio, en 1966, donde fue nombrado catedrático de Inglés y Composición Literaria. En 1988 Keyes recibió el premio Distinguished Alumnus Medal of Honor de la Universidad de Brooklyn.
Keyes ha publicado otras tres novelas (además de FLORES PARA ALGUERNON): THE TOUCH (1968), donde relata la tragedia de un accidente radioactivo; THE FIFTH SALLY (1980), basada en los desarreglos de la personalidad de su protagonista; y su trabajo más tardío, UNTIL DEATH, publicado en 1998.
Flores para Algernon:
FLORES PARA ALGERNON se publicó por primera vez como un relato corto, publicado en 1959, y por el que ganaría el premio Hugo al año siguiente.
Éste relato fue novelado en el año 1966, recibiendo un premio Nébula por la misma. La historia en ambos formatos es la misma; pero mientras que en el relato se centra en la intensidad emocional, en la novela puede profundizar más en los personajes; dando dos visiones un tanto distintas de la misma historia.
Fue llevada al cine en 1968 bajo el título de CHARLY, recibiendo su protagonista (Cliff Robertson) un oscar como mejor actor. También ha sido adaptada al teatro, siendo representada en países como Francia, Polonia y Japón, donde fue también llevada a la televisión por la NHK. También ha sido convertida en un melodrama musical titulado CHARLIE Y ALGERNON, representado en el Queen's Theater en Londres (con Michael Crawford como protagonista) y en el Terrace and Eisenhower de Washington, D.C. y el Helen Hayes de Broadway.
Trama (aviso de SPOILERS):
Charlie Gordon es un joven retrasado mental que decide someterse a una operación para ayudarle a aumentar su inteligencia. Él mismo nos lo va contando en su Informe de progresos, de modo que no sólo seremos testigos de lo que cuenta, sino de cómo lo cuenta. No sólo sabremos los cambios que van teniendo lugar en él, sino que veremos cómo se van reflejando en su forma de escribir.
Un ratoncito llamado Algernon se ha sometido a la misma operación poco tiempo antes que él, y sus progresos son altamente esperanzadores. Charlie es operado. Su inteligencia comienza a aumentar. Poco a poco va comprendiendo cosas que antes se le escapaban, y esto acabará por convertirse más en una tortura que en un sueño. Poco a poco Charlie se da cuenta de que aquéllos que él creía sus amigos en realidad tan sólo se estaban burlando de él. El mundo es duro, y él no lo sabía. En este punto hay una diferencia bastante importante entre ambas versiones de la obra, mientras que en el relato las referencias pueden llegar a intuirse pero son muy vagas, en la novela queda clara la intensa atracción espiritual y física que Charlie siente ante su exprofesora Alice. Aquí, ya ha llegado al punto en que desea no ser tan inteligente. Podríamos decir, con Nietzsche, que Charlie ha alcanzado el grado máximo de realidad que puede soportar. Pero quizá el problema no sea ése, quizá la realidad tenga que ver más con el hecho de que, pese a haber logrado un rapidísimo crecimiento racional, su crecimiento emocional no ha ido parejo.
Poco a poco, el progreso sostenido de Charlie lo hace sobrepasar el nivel de inteligencia normal y acabar convirtiéndose en un genio. Es entonces cuando es capaz de observar a los científicos que han llevado a cabo su experimento como los meros hombres que son, llenos de taras y debilidades. Y poco después cuando comienza la tragedia.
Personajes:
Charlie Gordon: el protagonista y el autor de los informes sobre la marcha que forman el texto de Flores para Algernon. Charlie es un hombre mentalmente retardado de treinta y dos años que vive en Nueva York. Él trabaja en una panadería como un portero y recadero. Da clases de lectura en una escuela para retrasados, de la mano de Alice Kinian. Cuando descubre que podría ser inteligente gracias a un experimento, no se lo piensa dos veces, y se lanza de cabeza.
Alice Kinnian: la profesora de Charlie en el Centro de Colegio Beekman para Adultos Atrasados. Alice al principio recomienda a Charlie para la operación experimental porque está impresionada por su motivación. Aunque no sea uno de los científicos que realizan el experimento sobre Charlie, actúa como un miembro no oficial del equipo debido a su preocupación por él. Está interesada en la búsqueda de la inteligencia de Charlie, siendo el personaje que vive el mayor drama durante el libro.
Profesor Harold Nemur: el científico responsable del experimento que aumenta la inteligencia de Charlie. Un hombre arrogante y obsesionado por su carrera, Nemur trata a Charlie como un animal de laboratorio más que como a un ser humano. Tiene tendencia a creer que él creó a Charlie, como si su paciente mentalmente no fuera humano.
Doctor Strauss: neurólogo y psiquiatra que realiza la operación experimental que incrementa la inteligencia de Charlie, y compañero de Nemur en el experimento. El Doctor Strauss conduce las sesiones de terapia con Charlie después de la operación. A diferencia de Nemur, el Doctor Strauss mantiene se preocupa por el desarrollo emocional de Charlie.
Algernon: el ratón blanco que es el primer sujeto de prueba para la operación que más tarde sufrirá Charlie. La operación hace que Algernon sea tres veces más listo que un ratón normal, aunque poco a poco las cosas se van torciendo.
La novela tiene varios personajes importantes más, desde la familia de Charlie hasta la vecina que tiene en su apartamento de Nueva York. Todos ellos se nos muestran muy humanos, y cada uno aporta su grano de arena al desarrollo de Charlie. Ya sea por lo influyentes que fueron en su pasado, como por lo importantes que son para su desarrollo emocional.
Opinión:
Flores para Algernon nos muestra una historia tierna y bastante dura. Un reflejo de la vida de alguien que lo único que quiere es encajar en la sociedad (como la gran mayoría de nosotros), y que como más se esfuerza por ser “normal” más se aleja de la supuesta normalidad.
Es un libro muy humano, metiéndonos en la cabeza de un personaje que está en constante evolución; en un viaje que le lleva a descubrir quién y quién era. Daniel Keyes nos muestra ésta evolución desde un punto realmente original: los informes de progreso que escribe el propio Charlie, pudiéndonos meter más en su cabeza incluso por la forma en que usa el lenguaje.
Es una reflexión bastante profunda sobre lo que tenemos derecho a hacer: es más feliz Charlie por ser más inteligente? Puede parecer una pregunta cruel, pero porque se hace desde el punto de vista de una persona “normal”, pero que durante el libro te planteas si lo cruel no ha sido incrementar el coeciente intelectual de Charlie. Sobretodo porque la evolución del personaje a nivel intelectual no tiene porqué ir pareja a la evolución a nivel emocional. Es como si a un niño de cinco años le diésemos la inteligencia de Einstein (por poner un ejemplo) sin prepararle emocionalmente para lo que esa inteligencia supone: saber la condescendencia con la que siempre te han tratado, ver episodios de tu vida que creías felices desde una nueva óptica. Ver que tus supuestos amigos simplemente se reían de ti. Un cúmulo de emociones seguidas y a alta velocidad que hacen que Charlie no acabe de desarrollarse a un ritmo normal, sufriendo el lector los desajustes emocionales como si le afectasen a él.
Mención aparte merece la historia de amor entre Charlie y su profesora (el personaje por el que más llegué a sufrir). Porque imaginaros que os enamoráis de alguien que todavía no está preparado para ese amor (un poco como en la película Big, de Tom Hanks).
En menor medida se muestran emociones muy nuestras, la envidia, la incomprensión, la inseguridad, el odio... Todas las que os podáis imaginar están reflejadas en el libro, con un grado de acierto realmente notable, y que no hacen sino encumbrar más un obra realmente genial.
En definitiva, una novela bastante corta, que se lee casi de un tirón, y consigue algo realmente difícil: hacernos sentir algo (a mi me hizo llorar, cosa que no ha conseguido ningún otro libro por el momento), y, al cabo de unos días hacernos pensar en los temas que plantea la novela. Una lectura obligada que os dejará con las emociones a flor de piel.
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