Dos shonens de épocas muy distintas, lo que se nota tanto en el planteamiento como en la exigencia que tienen/tenían los lectores de esos años.
- Naruto Vol. 57: El protagonista vuelve a escena y el comic se resiente, mola mas cuando son los secundarios los que llevan el peso de la narración.
Pero bueno, es lo que hay. Y el tomo simplemente nos enseña que Naruto va a irse a la guerra para participar, así como el pasado del otro Jinchuuruki, el de las 8 colas (insoportable). En fin, que tras un par de tomos hasta buenos, la cosa vuelve a caer un poco. Y se avecinan hostias.
A ver cómo sigue, porque pese a los intentos de seguir sacando pasados y empatizar con el butanero mostrando (otra vez) a sus padres muertos, la sensación de repetición es demasiado exagerada como para dejarla pasar.
- Saint Seiya Vol. 3: Tercer tomo de ésta serie ochentera a la que me aficioné por culpa del anime (era tan fan que para reyes me caían las figuras -las tengo todas XD-). Y que vi hace pocos años, cargándose al principio el recuerdo que tenía, pero disfrutándola tras el shock inicial.
Pues con el manga me pasa lo mismo: reconozco que es malo con avaricia, que hay momentos que argumentalmente no se sostienen por ningún lado (éste tomo tiene como cinco o seis resurrecciones), pero que me sigue pareciendo entretenido y divertido.
Ésta primera saga en la que luchan contra sus clones oscuros y tienen un final boss (con el que están ahora) carismático, se hace amena e incluso divertida si olvidas todo lo que te intenta colar el autor (dibujo desproporcionado incluído).
Me sigue gustando, aunque reconozco que no soy imparcial.
- Naruto Vol. 57: El protagonista vuelve a escena y el comic se resiente, mola mas cuando son los secundarios los que llevan el peso de la narración.
Pero bueno, es lo que hay. Y el tomo simplemente nos enseña que Naruto va a irse a la guerra para participar, así como el pasado del otro Jinchuuruki, el de las 8 colas (insoportable). En fin, que tras un par de tomos hasta buenos, la cosa vuelve a caer un poco. Y se avecinan hostias.
A ver cómo sigue, porque pese a los intentos de seguir sacando pasados y empatizar con el butanero mostrando (otra vez) a sus padres muertos, la sensación de repetición es demasiado exagerada como para dejarla pasar.
- Saint Seiya Vol. 3: Tercer tomo de ésta serie ochentera a la que me aficioné por culpa del anime (era tan fan que para reyes me caían las figuras -las tengo todas XD-). Y que vi hace pocos años, cargándose al principio el recuerdo que tenía, pero disfrutándola tras el shock inicial.
Pues con el manga me pasa lo mismo: reconozco que es malo con avaricia, que hay momentos que argumentalmente no se sostienen por ningún lado (éste tomo tiene como cinco o seis resurrecciones), pero que me sigue pareciendo entretenido y divertido.
Ésta primera saga en la que luchan contra sus clones oscuros y tienen un final boss (con el que están ahora) carismático, se hace amena e incluso divertida si olvidas todo lo que te intenta colar el autor (dibujo desproporcionado incluído).
Me sigue gustando, aunque reconozco que no soy imparcial.
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