sábado, 5 de julio de 2014

Indiana Jones y la Última Cruzada

Tras unos cuantos problemas con la mierda de fibra óptica que me ha puesto telefónica (y que siguen sin estar solventados) os cuelgo la reseña que debería haber salido ésta mañana pero que se ha retrasado unas catorce horas.

La reseña en cuestión es sobre la tercera parte de las aventuras de Indiana Jones, la que lleva el subtítulo de la Última Cruzada.

Cronológicamente estamos ante la más moderna de las tras las dos anteriores, en 1938. En ese año Indiana recibe la noticia de la desaparición de su padre, un reconocido arqueólogo obsesionado con el Santo Grial.

Pero antes de desaparecer, dicho buen hombre hizo llegar a su hijo el diario donde compartía todos sus descubrimientos y pistas para localizar el lugar de reposo de la legendaria copa.

La película vuelve a las andadas de lo que fue la primera película, dejando atrás la oscuridad de la segunda y centrándose de nuevo en la acción la aventuras que tan bien se le dio en su primera iteración.

Ésta vuelta a los orígenes es más que evidente en todo el metraje, ofreciendo ahora sí más y mejor, destacando sobre todo lo demás la incorporación del grandioso Sean Connery como padre de Indiana Jones. Una incorporación que da nueva vida a la película, gracias a un actor que se come la pantalla cada vez que aparece y que hace una gran pareja con nuestro protagonista.

Una trama más redonda, las pruebas finales, los nazis desatados, el sentido del humor, la búsqueda arqueológica, la chica… todos los elementos están al máximo nivel que hemos visto en la saga, siendo para mí la mejor de todas.

Es cierto que no tiene el encanto algo inocente de la primera, pero como película de acción y aventuras se sale, siendo un auténtico referente para todo lo que ha venido detrás.

Totalmente imprescindible

Valoración Personal: 9,5.


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