Ete aquí la tercera entrega de
la saga Alien, una película que he tardado años en ver y para la que he
aprovechado un fin de semana de enfermedad y fiebre para acercarme a ella. Una
película que nos llegó de la mano de David Fincher y que no causó el impacto
que causaron las dos entregas anteriores.
Antes de nada aclaro que he
visto la versión cinematográfica, quizás la media hora extra de la de 2003
mejore la experiencia, pero prefería no alargarlo más de lo inevitable, y
vérmela si la versión normal me convencía.
El punto de partida de ésta
tercera entrega es sencillo: la nave en la que huyeron los supervivientes de la
segunda parte tiene un “fallo” y acaba impactando en un planeta usando como colonia
penal. Allí la teniente Ripley deberá hacer frente a lo que más teme junto a un
grupo de gente que quizás esté pensando más en otras cosas.
La idea no es mala del todo,
puestos a seguir, pero ya el cepillarse a personajes tan chulos de la segunda
de un plumazo... en fin, al menos les lloran.
Es una película hecha
intentando recordar a la primera entrega, con un sólo enemigo y reproduciendo
la sensación de agobio de esa. Pero ni los pasillos interminables, ni el
planeta minero, ni la colonia penitenciaria, ni los religiosos reclusos
consiguen emular la sensación de angustia y terror que sí tenía la primera
Alien.
Así que diría que es una
película fallida, que no logra lo que se propone.
Del lado actoral tenemos unos
cuantos buenos actores, pero salvo tres de ellos me parecen demasiado forzados,
con lo que diría que es un apartado cumplidor sin más.
La banda sonora tampoco llega
al nivel visto anteriormente, si es que ni te das cuenta de que está! Y con
ella tenemos también unos efectos visuales irregulares. Con una correcta
ambientación y unos estupendos primeros planos de la criatura; pero cuando el
Alien debe moverse... se nota muchísimo el cgi chuquero (no ha envejecido igual
de bien que las dos anteriores).
Así pues, con una intención
fallida, una técnica desfasada, unos actores cumplidores y un ritmo desigual
(que aburre) nos acabamos topando con una película que no hace justicia a las
entregas que la precedieron y se siente como un quiero y no puedo de manual.
Al menos Ripley tiene un final
digno...
Con todo, creo que es una
película que sólo los más completistas deberían ver, una película muy normalita
por lo que el tiempo no ha sido generoso.
Valoración Personal: 5,5.
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