Odio ir a ritmo japonés en un
manga, y más si ese manga me gusta, porque acabo devorando el tomo en cuando
cae en mis manos y luego me toca esperar meses hasta poder tener otro. Y eso me
sucede con One Punch Man y su quinceavo tomo.
La verdad es que, mirándolo
con perspectiva tenemos un tomo de esos de fijar un poco la trama y a los
personajes antes de ir a saco a por la acción. Y es raro, porque One Punch Man
no se caracteriza especialmente por dar rodeos innecesarios o rellenar.
Pero bueno, como hay quien me
argumentará que es manga de puro relleno y sin apenas trama (y no le faltará
razón) que basa gran parte de su atractivo en el dibujo y el humor... pues aquí
tenemos de todo eso y en buenas cantidades.
Me gusta que se intente darle
un poquito más de fondo a según que personajes, me parto con la escena del Lobo
y King, o me parece curiosa la reflexión del propio Saitama diciendo que está
harto de la vida (aburrido por ser demasiado fuerte). Pero lo que me parece
increíble de verdad es la capacidad de diversión pura y dura que proporciona
acercarse a ésta obra.
No es el mejor. Pero sigue
siendo excelente y confirma que hay que leer One Punch Man!
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