Llega el cuarto tomo y se me
sigue haciendo evidente que tendré que encontrar como sea lo que no se publicó
en España... en fin, ya veremos (alguien sabe si se publicó en inglés?)
El tomo en sí hace lo que
viene haciendo éste manga habitualmente: cerrar una trama larga (la de la
actriz que quiere morir) y empieza una nueva, en ésta ocasión centrada en un
nuevo trabajo de guardaespaldas para Ryo: proteger a la hija de un millonario
hasta que cumpla los 21 años, en ese momento se hará pública la herencia de la
chica.
El caso y lo que hace especial
a ésta historia es que la chica parece obsesionada con alguien similar a Ryo,
un tipo que la salvó en su niñez de unos secuestradores y que la ha dejado
marcado cual príncipe azul.
Están bien esos momentos de
Ryo comportándose como se supone que debe hacer, con aquellos otros en los que
es él mismo. Además, el “misterio” sobre si es o no el chico del pasado unido a
la presentación de un vejete que le metió en el mundo en el que se mueve ahora
acaban por hacer del tomo algo no sólo entretenido, sino también interesante.
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