Me encanta la portada |
Ya está, vuelvo a leerme el
final de Naruto y lo hago con una perspectiva distinta a la de la primera vez.
Ahora llego aquí habiendo disfrutado de todo lo anterior (no es perfecto, pero
leído del tirón gana muchísimo) y sin esa sensación de estar ante una obra que
ya no acababa de entender.
Ahora llego al tomo 72
habiendo vivido uno de los shonen más influyentes de los últimos años, con un
nivel medio realmente alto y algunos puntos simplemente brillantes.
El tomo en cuestión nos trae
lo que era inevitable: el combate final entre Naruto y Sasuke. Dos personaje
condenados a pelearse pase lo que pase, y aunque la decisión de Sasuke (tanto
antes como después del combate) es bastante patillera, lo que vemos en el comic
acaba por llegarnos.
El combate de los dos
personajes es un soltar frustraciones que bien se podrían haber ahorrado, pero
que acaba sintiéndose necesario para que éstos dos amigos suelten toda la
mierda que han acumulado durante años, para hacer borrón y cuenta nueva y dejar
el mundo ninja listo para una nueva era.
Era que vemos en el capítulo
final, un cierre a la altura varios años después donde se hace repaso a los
personajes principales del comic y se les da un futuro ilusionante.
Se podría haber seguido? Sí.
Pero así queda la cosa bien cerrada y no hace falta absolutamente nada más.
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