Después de éste ya sólo faltan
otros tres tomos de Ranma y tendremos la colección completa. Y curiosamente
nada parece indicarlo a éstas alturas.
No me malinterpretéis, el
comic sigue pareciéndome divertido dentro de su estilo bastante retro. Pero de
verdad esperaba que hubiera algo de trama principal más allá de ir presentando
a más y más personajes secundarios recurrentes.
Las historias que tenemos en
éste tomo dieciséis me han parecido más frescas que en ocasiones anteriores,
creo que están mejor encontradas y coquetean menos con el humor absurdo japonés
(o humor absurdo extremo). Son historias que tienen algo más de espacio para
desarrollarse (como la del traje que casi te hace invencible o la de la chica
que se transforma en... ya mejor lo leéis), y que quizás por ello consiguen
enganchar un poco más.
Pero como he dicho, esperaba
un mínimo acercamiento entre los dos protagonistas a éstas alturas. Tengo la
sensación de que los capítulos de éste tomo se podrían intercambiar con los del
segundo y no pasaría absolutamente nada.
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