Trece tomos ya de City Hunter
que se han pasado por el blog, y en ésta ocasión me ha tocado leerme uno de los
que considero buenos.
Y no lo es por su arranque,
que cierra la trama de una chica a la que parecen querer eliminar y a la que
Ryo protege (una menor que, evidentemente acaba enamorada del protagonista). Ésta
primera historia es algo más sosita, quizá con más humor, pero también más
vista en tomos anteriores.
La segunda sí que creo que es
más buena que la mayoría. Por qué? Básicamente porque el que contrata a Ryo es
un viejo conocido, un mercenario calvo y grandote que destila carisma por los
cuatro costados y que le propone hacerse pasar por él. Puede que sea por el
grandote, pero la química de ésta historia está muy, pero que muy bien,
enganchando de principio a fin y dando un plus de calidad que le ha venido muy
bien a la obra.
Espero que en los siguientes
tomos haya más recuperaciones de personajes ya conocidos, especialmente más
apariciones de éste Umibozu.
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