Claymore sigue totalmente
imparable en el blog, con un octavo tomo que da un nuevo paso al frente y
parece que acaba de presentarnos del todo lo que sabremos del mundo en mucho
tiempo.
De entrada termina el combate
contra Ophelia, un personaje que arrancaba con mucho carisma pero que en su
tramo final ha estado más para mostrarnos lo que ha mejorado Claire que para
otra cosa.
Lo bueno viene luego, cuando
descubrimos que ha pasado un tiempo, un tiempo que la protagonista ha empleado
buscando a Rakki, escondiéndose de la Hermandad... hasta que una Claymore la
encuentra y le pide ayuda para enfrentarse a un rebelado.
Aquí, en la guarida del
rebelado conoceremos a dos personajes que me gustan mucho: de un lado Gard, un
rebelado varón, pero del otro Riful, algo superior a los rebelados, una antigua
número uno de las Claymore y uno de los tres llamados Señores del Abismo.
Sé que parece otra escalada de
fuerza más totalmente innecesaria espectro
Lo que sucede cuando Claire se
encuentra con Riful (o Rifuku, no lo tengo claro) no lo comentaré, pero mola
mucho.
Por lo demás como siempre, un
dibujo que ha mejorado y sigue encantándome, muy buena acción y un mundo que
engancha.
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