jueves, 25 de abril de 2019

NSwitch - Captain Toad Treasure Tracker


Es muy evidente que Nintendo Switch está viviendo éste año (2018) de refritos de la Wii U y juegos indie. Obras que por un motivo u otro no tuvieron la repercusión esperada y que acaban viviendo una segunda juventud en la Switch. Y un caso similar es el de éste Captain Toad Treasure Tracker, un juego que nos viene portado y que por cosas de la vida no había podido jugar hasta ahora.

Historia: Encarnamos a Toad, al que un pájaro gigante le roba cierta estrella y de pasada a Toadette. Así, nuestro objetivo será superar una pantalla tras otra, recuperando las estrellas hasta llegar a recuperar a nuestra amiga.

A lo largo de un buen puñado de niveles y con una historia prácticamente inexistente el juego nos invita a seguir pantalla tras pantalla, presentado como si fuera un cuento y cada pantalla una página del mismo.

Irrelevante totalmente.

Apartado Técnico: Pasa con todos los juegos de Nintendo: tenemos un apartado artístico bonico a más no poder, de esos que entran por los ojos cosa mala. Colorido, bien terminado, sin dientes de sierra… pero que técnicamente no es gran cosa. Artístico por encima de técnico.

Son mundo pequeñitos, muy bien diseñados en forma (generalmente) de cubo que podemos girar, acercar, alejar, mover la cámara… vamos, que podemos explorar libremente todos los rincones del mismo, y el juego lo hace sin ningún tipo de ralentización y mostrando en todo momento el adorable apartado visual del que hace gala el juego.

Jugabilidad: Estaremos limitados a mover a Toad por el escenario, sin saltar o hacer ninguna gran cosa (aunque hay un pico que permite romper bloques, escaleras por las que subir, interruptores que pulsar, etc…). Así que nuestro tiempo se limitará casi de forma exclusiva a movernos por los escenarios buscando sus secretos a la vez que intentamos llegar hasta la estrella que hay al final.

Son todos pequeños puzles, incluso algunos dentro de otros. Y a lo largo de una gran multitud de pantallas podremos limitarnos a conseguir la estrella, encontrar los tres diamantes, cumplir el requisito de la pantalla o buscar a nuestro alter ego pixelado. Son distintas capas de dificultad y entretenimiento para el que quiera meterse más o menos en el juego, que tienen su recompensa en forma de niveles adicionales de dificultad mucho más alta.

Y hablando de la dificultad, salvo el tramo final y los niveles “secretos” el juego no presenta un reto mayor que el fijarse e intentar resolver lo que propone cada pantalla. Pantallas cortas, divertidas y con mecánicas distintas que no te dan la sensación de estar jugando todo el rato a lo mismo.

Tenemos un juego ideal para partidas cortas, que os durará más o menos según lo que queráis exprimirlo. Y ya os digo que tendréis ganas de hacerlo todo: es divertido.

Un juego que funciona mucho mejor jugado en portátil porque el control de la cámara se hace más intuitivo que en modo dock, pero que permite incluso partidas a dobles que hacen la experiencia más sencilla.

Opinión Personal: Captain Toad Treasure Tracker es uno de esos juegos de fondo de armario que tan bien sabe hacer Nintendo, un juego de puzles tremendamente divertido que te engancha desde el primer momento por lo bonitos que son sus escenarios, y lo bien diseñados que están, hasta el punto que llega a apetecerte incluso hacerte un modelo 3D con papel o similar para poder disfrutar de esos escenarios en la vida real.

Cuenta además con una gran variedad de pantallas y mecánicas, lo que hace que la experiencia no llegue a cansar nunca, lo que unido a todo lo que se puede hacer en cada una de esas pantallas nos da un juego que se adapta al tipo de jugar que seas. Eso sí, mejor que seas de los concienzudos, lo pasarás mejor.

Entre tanta simpatía y tanta pantalla molona también es cierto que se echa de menos una mínima historia que lo vertebre todo y de más sentido al formato libro de cuentos que tiene la selección de pantallas. O que permita competir con otro jugador a pantalla partida en lugar de compartir controles. Pero son fallos menores que no empañan lo bien hechos que están los minijuegos.

Lo que sí que tira un poco para atrás es el tramo de niveles secretos, que pega un subidón de dificultad para el que no estaba preparado, y casi transforma el juego quitándole ese elemento contemplativo para darnos cierta urgencia por culpa de un exceso de enemigos. Creo que es un error y que se podría haber hecho de otro modo, pero bueno, la mayoría de jugadores ni siquiera llegará a ver éstos niveles.

En resumen, que si os llama la estética y buscáis un juego simpático y amable para echaros unas partidas antes de cenar, en el tren o que no os lleven demasiado tiempo, tenéis en Capitan Toad un muy buen juego para hacerlo, y que luce tremendamente bien tanto en dock como en modo portátil.

Valoración Personal: 8,5.

No hay comentarios: