Otra película que se pasa por
ésta sección ya decana del blog, la de verse películas estrenadas hace un año.
El motivo de ver la de hoy no
es otro que Christina Hendricks, hacen falta más motivos? Pues que dura una
hora y dieciocho minutos.
Básicamente aquí lo que
tenemos es un slasher, en el que una familia (padres y dos hijos) pasan la
noche en un sitio en el que tres psicópatas con máscaras se ponen a matar lo
que encuentran. Y ya está, ese es el argumento, porque por mucho que quieran
vestirlo al arrancar (al menos para que te importen algo los protagonistas) no
deja de ser una excusa para los tres cuartos de hora que vienen después.
La verdad es que no aporta
absolutamente nada que no haya visto con anterioridad: se antoja una producción
con un presupuesto ínfimo, gastado únicamente en la sangre o los breves
momentos de casquería. Una película de esas de ver a los protas corriendo y
chillando, con un malo del que no te explican nada (ni falta que hace).
Es que no hay nada que rascar
de ella: slasher cortito, entretenido y clónico.
Y la Hendrix? Pues muy
tapadita y sale poco rato, así que el motivo de ver la peli tampoco es que sea
demasiado.
Por lo menos los dos actores
jóvenes cumplen con lo que se les pide y no dan vergüenza ajena (algo habitual
en éste tipo de películas). Pero bueno, muy, pero que muy justita.
Valoración Personal: 5.
No hay comentarios:
Publicar un comentario