En éste cuarto tomo de Zetman la historia principal queda totalmente de lado para seguir formando al que será uno de sus personajes principales: Koga. El niño rico heredero la empresa que lleva su apellido y que lleva la vocación de héroe hasta sus últimas consecuencias.
Es un tomo un tanto extraño, con un villano que encierra a chicas en una mansión con el fin último de ver si Koga es el ser de mente fría que el mundo parece necesitar para hacer frente a los auténticos malvados (todo muy de comic de super heróes).
El caso es que, entre la acción, el fanservice (que roza lo pornográfico en algún tramo) y lo lineal que es todo, no puedes menos que leerte el comic con buen ritmo y acabar por disfrutarlo.
Me gusta cómo ha cambiado el personaje y a lo que tiene que hacer frente, y me gusta más que no se solucione por la buena voluntad o porque es lo correcto: a veces uno intenta hacer lo correcto y la gente es espachurrado (de forma gore) delante. Y eso es lo que pasa aquí.
A ver dónde va todo, pero como parentésis me parece bastante acertado. Y el dibujo estupendo, como siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario