Siendo un fan como soy de la estrategia para pc, y siendo una de mis sagas favoritas la serie Total War. Estaba claro que tenía que hacerme con ésta, la última entrega de la saga.
Historia: Hay dos historias diferenciadas. En la primera nos pondremos en el papel de un bando de la guerra de independencia (una especie de tutorial bastante entretenido). Y en la segunda podremos elegir a alguno de los imperios que había en la época (siglo XVIII) para conquistar el mundo conocido.
Es en ésta segunda "historia" en la que emplearemos mas tiempo, ya que a la hora de jugar es la mas divertida y la que mas horas nos va a durar.
Por lo demás no es que haya una historia en sí misma, mas que nada porque se trata simplemente de ir capturando territorios enemigos y hacerla nosotros mismos. Pero en cuanto a ambientación sí que puedo decir que se sitúa en el siglo XVIII, con los mapas de Asia, norte y centro América y Europa. Unos mapas que están interconectados y que pasaremos muuuuchas horas observando.
Gráficos: Pese a ser una auténtica pasada, visto lo que hicieron ya con su anterior entrega (Rome) me esperaba algo mas de evolución, porque son prácticamente los mismos con un lavado de cara, el añadido del humo de los mosquetes y algún que otro efecto mas.
Es cierto que veremos a unos pocos miles de soldados en pantalla a la vez, y que si podéis poner el juego al tope visual, es una delicia acercar la cámara y verlos gritar órdenes, recargar el mosquete o ponerse a luchar en cuerpo a cuerpo.
Los escenarios, por otra parte son idénticos a los que se vieron en la entrega anterior (con algún añadido jugable como las vallas), y, excepto los campos de trigo o algunos primeros planos son bastante discretitos (aunque funcionales).
El mapa del mundo, por otra parte, es muuuy detallado y nos ofrece múltiples opciones tácticas.
Jugabilidad: Entramos en el punto fuerte de la saga. Los que hayáis jugado a alguna entrega ya sabéis qué es lo que hay: un mapa del mundo por el que mover a nuestras tropas, crear edificios, mantener relaciones diplomáticas, investigar, etc... y el momento en el que dos ejércitos chocan, que es cuando pasamos a la acción propiamente dicha.
En el primer tipo de mapeado (el del mundo), tendremos que planificar bien dónde poner cada cosa (sobretodo nuestros escasos generales), ya que una mala planificación puede hacer que milicias de nuestros enemigos se dediquen a saquear granjas, poblados, iglesias y otras subzonas nuestras; aumentando el descontento y la mala leche de nuestros ciudadanos. Así, dominar las zonas de paso es crucial para que ganemos. Por lo menos tendremos tiempo para pensar nuestros movimientos, ya que ésta faceta del juego es por turnos.
Una vez dos ejércitos chocan; es cuando entra en juego el mapa de batalla. Aquí, lideraremos a las unidades (que hayamos construído y reunido en un mismo ejército) contra las del enemigo. Tendremos que estar pendientes del terreno, los flancos, el movimiento del enemigo y un buen número de variables si lo que queremos es aplastar sin miramientos a nuestro enemigo. Eso sí, si queréis victorias fáciles: tener ejércitos muy numerosos y lanzarlos a la carga (sólo por veros venir es probable que el enemigo huya).
Lo divertido está en combinar los dos apartados para ir avanzando lenta, pero inexorablemente por el mapa, obteniendo nuevos recursos, unidades e investigaciones con las que hacernos mas y mas poderosos.
Opinión Personal: El juego me ha gustado mucho, sobretodo lo que es la campaña de los 100 años (100 años para conseguir un objetivo, distinto según qué ejército de pilles). Es una gozada ver cómo poco a poco vas avanzando por el mapa, acabando con facciones que te han estado tocando los coj%$· durante mucho tiempo, viendo cómo tus enemigos intentan aliarse contigo y cómo, al fin y al cabo (y si superas los difíciles inicios) te conviertes en una potencia imparable.
Las batallas son muy divertidas de jugar, y en los niveles altos de dificultad suponen un auténtico reto para la mente. Os veréis dándole al pause a menudo para contrarrestar las maniobras de vuestro rival XD.
Lo malo del juego es que es caro para ser de Pc, y si quieres disfrutarlo al 100% tienes que tener un ordenador bastante potente. Además, cuando llevas un tiempo ya jugando campañas, te aburres porque se vuelve bastante repetitivo.
Eso sí, una vez lo tengáis quemadísimo de tanto machacar enemigos, siempre os queda la posibilidad de jugarlo en el online, con clasificación mundial y unas partidas que os harán sudar tinta (sólo batallas, nada de mapas del mundo).
Resumiendo: un buen juego, sobretodo para los amantes de la estrategia que no hayan jugado a su versión anterior (Rome), ya que viene a ser mas o menos lo mismo, un poco mejorado y en otra ambientación (y mas caro). Si os gusta el género no lo dejéis pasar (aunque sea por descarga), en caso contrario compraros otra cosa, porque no os gustará jugarlo (ver alguna batalla es hasta divertido XD).
Valoración en Meristation: 9.
A continuación os dejo un AMV del juego, para no perder la costumbre.
Historia: Hay dos historias diferenciadas. En la primera nos pondremos en el papel de un bando de la guerra de independencia (una especie de tutorial bastante entretenido). Y en la segunda podremos elegir a alguno de los imperios que había en la época (siglo XVIII) para conquistar el mundo conocido.
Es en ésta segunda "historia" en la que emplearemos mas tiempo, ya que a la hora de jugar es la mas divertida y la que mas horas nos va a durar.
Por lo demás no es que haya una historia en sí misma, mas que nada porque se trata simplemente de ir capturando territorios enemigos y hacerla nosotros mismos. Pero en cuanto a ambientación sí que puedo decir que se sitúa en el siglo XVIII, con los mapas de Asia, norte y centro América y Europa. Unos mapas que están interconectados y que pasaremos muuuuchas horas observando.
Gráficos: Pese a ser una auténtica pasada, visto lo que hicieron ya con su anterior entrega (Rome) me esperaba algo mas de evolución, porque son prácticamente los mismos con un lavado de cara, el añadido del humo de los mosquetes y algún que otro efecto mas.
Es cierto que veremos a unos pocos miles de soldados en pantalla a la vez, y que si podéis poner el juego al tope visual, es una delicia acercar la cámara y verlos gritar órdenes, recargar el mosquete o ponerse a luchar en cuerpo a cuerpo.
Los escenarios, por otra parte son idénticos a los que se vieron en la entrega anterior (con algún añadido jugable como las vallas), y, excepto los campos de trigo o algunos primeros planos son bastante discretitos (aunque funcionales).
El mapa del mundo, por otra parte, es muuuy detallado y nos ofrece múltiples opciones tácticas.
Jugabilidad: Entramos en el punto fuerte de la saga. Los que hayáis jugado a alguna entrega ya sabéis qué es lo que hay: un mapa del mundo por el que mover a nuestras tropas, crear edificios, mantener relaciones diplomáticas, investigar, etc... y el momento en el que dos ejércitos chocan, que es cuando pasamos a la acción propiamente dicha.
En el primer tipo de mapeado (el del mundo), tendremos que planificar bien dónde poner cada cosa (sobretodo nuestros escasos generales), ya que una mala planificación puede hacer que milicias de nuestros enemigos se dediquen a saquear granjas, poblados, iglesias y otras subzonas nuestras; aumentando el descontento y la mala leche de nuestros ciudadanos. Así, dominar las zonas de paso es crucial para que ganemos. Por lo menos tendremos tiempo para pensar nuestros movimientos, ya que ésta faceta del juego es por turnos.
Una vez dos ejércitos chocan; es cuando entra en juego el mapa de batalla. Aquí, lideraremos a las unidades (que hayamos construído y reunido en un mismo ejército) contra las del enemigo. Tendremos que estar pendientes del terreno, los flancos, el movimiento del enemigo y un buen número de variables si lo que queremos es aplastar sin miramientos a nuestro enemigo. Eso sí, si queréis victorias fáciles: tener ejércitos muy numerosos y lanzarlos a la carga (sólo por veros venir es probable que el enemigo huya).
Lo divertido está en combinar los dos apartados para ir avanzando lenta, pero inexorablemente por el mapa, obteniendo nuevos recursos, unidades e investigaciones con las que hacernos mas y mas poderosos.
Opinión Personal: El juego me ha gustado mucho, sobretodo lo que es la campaña de los 100 años (100 años para conseguir un objetivo, distinto según qué ejército de pilles). Es una gozada ver cómo poco a poco vas avanzando por el mapa, acabando con facciones que te han estado tocando los coj%$· durante mucho tiempo, viendo cómo tus enemigos intentan aliarse contigo y cómo, al fin y al cabo (y si superas los difíciles inicios) te conviertes en una potencia imparable.
Las batallas son muy divertidas de jugar, y en los niveles altos de dificultad suponen un auténtico reto para la mente. Os veréis dándole al pause a menudo para contrarrestar las maniobras de vuestro rival XD.
Lo malo del juego es que es caro para ser de Pc, y si quieres disfrutarlo al 100% tienes que tener un ordenador bastante potente. Además, cuando llevas un tiempo ya jugando campañas, te aburres porque se vuelve bastante repetitivo.
Eso sí, una vez lo tengáis quemadísimo de tanto machacar enemigos, siempre os queda la posibilidad de jugarlo en el online, con clasificación mundial y unas partidas que os harán sudar tinta (sólo batallas, nada de mapas del mundo).
Resumiendo: un buen juego, sobretodo para los amantes de la estrategia que no hayan jugado a su versión anterior (Rome), ya que viene a ser mas o menos lo mismo, un poco mejorado y en otra ambientación (y mas caro). Si os gusta el género no lo dejéis pasar (aunque sea por descarga), en caso contrario compraros otra cosa, porque no os gustará jugarlo (ver alguna batalla es hasta divertido XD).
Valoración en Meristation: 9.
A continuación os dejo un AMV del juego, para no perder la costumbre.
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