Vuelta con Stephe King, y vuelta a las cuatro estaciones. Como la primera parte de éste libro me encantó, tenía puestas grandes expectativas en la segunda (pese a saber que eran relatos inconexos); expectativas que se han cumplido a medias.
A ver qué nos trae las Cuatro Estaciones II:
Historia: Al igual que en los dos primeros relatos –primavera y verano– que completan esta serie, Stephen King explora con escalofriante lucidez los niveles más profundos de la mente del ser humano. Esa barrera invisible donde se traspasan los límites de la razón, la moral o el bien para dejar paso al instinto más primitivo, al poder de la sombra y a la imaginación, donde el hombre –no en vano todos tenemos algo de doctor Jekyll y algo de míster Hyde– da rienda suelta a las pasiones más inconfesables e inquietantes, pero no por ello menos reales.
Otoño: En éste primer cuento del libro, seguiremos el viaje de un grupo de amigos (niños de mas o menos doce años) para ver el cadáver de un chico desaparecido.
Durante el viaje irán conociendo los límites de sus amistades, pasarán momentos tensos y se conocerán mas a sí mismo en el viaje hacia la adolescencia que acaban de empezar.
Invierno: El último cuento de la compilación nos transporta a una época cercana en la que un hombre de mediana edad entra a formar parte de un club donde se encuentran libros muy curiosos.
En éste club es costumbre contar historias por parte de sus miembros; lo que nos lleva a la historia que nos cuenta uno de ellos sobre sus años de juventud en los que conoció a una joven sin pareja que se había quedado embarazada.
Es la segunda trama la que mas espacio nos ocupa, pero no se entendería ni sabría tan bien sin la atmosfera creada por la primera.
Personajes: Siendo como son novelas cortas, los personajes no tienen demasiado recorrido; aun así nos presentan algunos momentos realmente interesanes. Vamos con ellos (por relatos).
Otoño: Protagonistas absolutos son un grupo de cuatro niños amigos desde hace unos años. Dos un poco cortos de moyera, uno que parece tenerlo todo de cara y otro al que la sociedad ha estigmatizado por venir de la familia que viene. Son los dos últimos los que soportan mas el peso de la trama; pero aun así no se entendería la misma sin los dos primeros.
Lo que prima en las relaciones entre los críos es cómo han llegado a ser amigos y qué les depara el futuro; evolucionando la relación durante la experiencia y el viaje hacia el lugar donde está el cadáver.
Invierno: Estando ubicados los personajes en dos épocas distintas (y siendo de dos edades distintas), los valores y vivencias de los mismos son muy diferentes.
Por un lado tenemos el “presente”, donde un hombre de sesenta años sin demasiadas aspiraciones de ascender en la vida es invitado por su jefe a un club muy especial (cosa que cuenta ya muchos años después de que esto sucediera).
Y por otro lado, y a través del recuerdo de éste personaje, tenemos la historia que cuenta otro en ese club sobre sus años de juventud: al principio de los años 30, cuando era médico general y ayudaba a muchas mujeres durante el embarazo y el parto. Veremos cómo vivió ése joven médico el embarazo de una joven sin pareja en una sociedad encorsetada y que no toleraba según que comportamientos en sus miembros. La relación de admiración del méido hacia la joven es el eje sobre el que giran los personajes.
Opinión Personal: Ésta segunda parte de las cuatro estaciones nos trae dos relatos mas cortitos que en la anterior; hay que decir en su favor, que la primera dejó el listón muy alto, por lo que era difícil igualarlo.
El de invierno me ha gustado mas que el de otoño, que se me ha hecho, por trozos, algo cargante. Aun así, son dos buenos relatos que os harán disfrutar si les dais la oportunidad.
Otoño: Es, de los dos relatos, el que se me ha hecho mas pesado y con diferencia. No sé si la historia de los chavales, cómo les trataban en casa, lo que veían en su trayecto no me interesaba o si esperaba algo mas de el cuento.
Pero lo que está claro es que me ha costado bastante acabarlo y eso no dice mucho en su favor.
Invierno: Me parece que se trata de un relato muy redondo. Una historia, dentro de una historia, el retrato de una sociedad de la década de los treinta, que ha cambiado tanto con la actual.
El ver cómo una mujer intenta superar todas las adversidades con tal de conseguir tener a su hijo en una sociedad que no acepta su situacion...
Y todo eso contado en el marco de un club para caballeros que encierra sus propios misterios y hace que te metas mas y mas en lo que se está contando.
Me ha parecido un relato excelente, con un buen final y que cierra estupendamente éste ciclo de cuatro cuentos de entre 100 y 200 páginas que componen las cuatro estaciones.
Valoración Personal: 7,6.
Nota en Amazon: 8,89.
A ver qué nos trae las Cuatro Estaciones II:
Historia: Al igual que en los dos primeros relatos –primavera y verano– que completan esta serie, Stephen King explora con escalofriante lucidez los niveles más profundos de la mente del ser humano. Esa barrera invisible donde se traspasan los límites de la razón, la moral o el bien para dejar paso al instinto más primitivo, al poder de la sombra y a la imaginación, donde el hombre –no en vano todos tenemos algo de doctor Jekyll y algo de míster Hyde– da rienda suelta a las pasiones más inconfesables e inquietantes, pero no por ello menos reales.
Otoño: En éste primer cuento del libro, seguiremos el viaje de un grupo de amigos (niños de mas o menos doce años) para ver el cadáver de un chico desaparecido.
Durante el viaje irán conociendo los límites de sus amistades, pasarán momentos tensos y se conocerán mas a sí mismo en el viaje hacia la adolescencia que acaban de empezar.
Invierno: El último cuento de la compilación nos transporta a una época cercana en la que un hombre de mediana edad entra a formar parte de un club donde se encuentran libros muy curiosos.
En éste club es costumbre contar historias por parte de sus miembros; lo que nos lleva a la historia que nos cuenta uno de ellos sobre sus años de juventud en los que conoció a una joven sin pareja que se había quedado embarazada.
Es la segunda trama la que mas espacio nos ocupa, pero no se entendería ni sabría tan bien sin la atmosfera creada por la primera.
Personajes: Siendo como son novelas cortas, los personajes no tienen demasiado recorrido; aun así nos presentan algunos momentos realmente interesanes. Vamos con ellos (por relatos).
Otoño: Protagonistas absolutos son un grupo de cuatro niños amigos desde hace unos años. Dos un poco cortos de moyera, uno que parece tenerlo todo de cara y otro al que la sociedad ha estigmatizado por venir de la familia que viene. Son los dos últimos los que soportan mas el peso de la trama; pero aun así no se entendería la misma sin los dos primeros.
Lo que prima en las relaciones entre los críos es cómo han llegado a ser amigos y qué les depara el futuro; evolucionando la relación durante la experiencia y el viaje hacia el lugar donde está el cadáver.
Invierno: Estando ubicados los personajes en dos épocas distintas (y siendo de dos edades distintas), los valores y vivencias de los mismos son muy diferentes.
Por un lado tenemos el “presente”, donde un hombre de sesenta años sin demasiadas aspiraciones de ascender en la vida es invitado por su jefe a un club muy especial (cosa que cuenta ya muchos años después de que esto sucediera).
Y por otro lado, y a través del recuerdo de éste personaje, tenemos la historia que cuenta otro en ese club sobre sus años de juventud: al principio de los años 30, cuando era médico general y ayudaba a muchas mujeres durante el embarazo y el parto. Veremos cómo vivió ése joven médico el embarazo de una joven sin pareja en una sociedad encorsetada y que no toleraba según que comportamientos en sus miembros. La relación de admiración del méido hacia la joven es el eje sobre el que giran los personajes.
Opinión Personal: Ésta segunda parte de las cuatro estaciones nos trae dos relatos mas cortitos que en la anterior; hay que decir en su favor, que la primera dejó el listón muy alto, por lo que era difícil igualarlo.
El de invierno me ha gustado mas que el de otoño, que se me ha hecho, por trozos, algo cargante. Aun así, son dos buenos relatos que os harán disfrutar si les dais la oportunidad.
Otoño: Es, de los dos relatos, el que se me ha hecho mas pesado y con diferencia. No sé si la historia de los chavales, cómo les trataban en casa, lo que veían en su trayecto no me interesaba o si esperaba algo mas de el cuento.
Pero lo que está claro es que me ha costado bastante acabarlo y eso no dice mucho en su favor.
Invierno: Me parece que se trata de un relato muy redondo. Una historia, dentro de una historia, el retrato de una sociedad de la década de los treinta, que ha cambiado tanto con la actual.
El ver cómo una mujer intenta superar todas las adversidades con tal de conseguir tener a su hijo en una sociedad que no acepta su situacion...
Y todo eso contado en el marco de un club para caballeros que encierra sus propios misterios y hace que te metas mas y mas en lo que se está contando.
Me ha parecido un relato excelente, con un buen final y que cierra estupendamente éste ciclo de cuatro cuentos de entre 100 y 200 páginas que componen las cuatro estaciones.
Valoración Personal: 7,6.
Nota en Amazon: 8,89.
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