Mientras espero que salga el siguiente libro de la saga, os traigo la reseña del Señor del Caos; décimo en la edición española y sexto en la original.
Veamos cómo evolucionaba la Rueda del Tiempo en su sexta novela.
Historia: Rand se esfuerza por unir a las naciones para combatir al Oscuro al tiempo que sortea las trampas que los Renegados tienden a la desprevenida raza humana. Pero además tiene que enfrentarse a los Hijos de la Luz, cuyo capitán general se propone desprestigiarlo y dirigir la batalla contra la Sombra.
Por su parte, las Aes Sedai buscan a Rand para ofrecerle su apoyo, aunque éste sospecha que su verdadera intención es usarlo para sus propios fines.
Para muchos, la saga llegó a su punto álgido en éste libro; en el que se colocan las piezas de una forma que costará bastante volver a ponerlas en marcha.
Rand intenta mantener un control diplomático sobre distintas naciones, haciendo sus movimientos para que le sean leales sin tener que luchar contra ellas. Además, piensa que las Aes Sedai de Salidar estarán encantadas de estar bajo su protección.
Y es por ello que envía a Mat a intentar ganarse su favor. Un Mat que se las verá canutas para mantener a Elayne y a Nynaeve sanas y salvas (y con ellas en contra).
La Torre Negra va ganando en importancia, teniendo su mejor momento hacia el final del libro, con la escena de acción mas recordada por los fans.
Por otro lado tenemos la vuelta de Perrin y las desventuras de Morgase para completar los protagonistas de las distintas tramas de la novela.
Libro que sigue liando trama sobre trama, pero que supone un punto de inflexión para el Dragón Renacido y su manera de ver el mundo.
Personajes: Como viene siendo habitual os describo como va cada uno por los capítulos que protagonizan, aunque es verdad que en éste puede que haya personajes que cruzan sus tramas.
Rand: Al inicio del libro sigue teniendo bastante del chico de campo que era al empezar la saga, pero el peso del mundo y la posible locura empiezan a hacer mella en él. Aun así, intenta preparar al mundo para la Última Batalla dejando tras de sí el menor número de heridas abiertas posible: creando la Torre Negra, el taller de invenciones, la universidad, intentando que los países de unan a él diplomáticamente. Lástima que el evento apoteósico del libro haga que cambie muchos de sus planteamientos.
Salidar: Las hermanas rebeldes siguen con sus juegos de poder para ver qué hacen a partir de ese momento. Egwene intenta manetener el precario control que tiene sobre las hermanas, mientras que las otras dos recientes Aes Sedai inentan que las vean como tales. Se empiezan a establecer las relaciones de poder entre las rebeldes.
Mat: Enviado con su ejército para ganarse el apoyo de las rebeldes para Rand y conseguir sentar a Elayne en el trono del león, Mat va dando tumbos y viéndose arrastrado por las mujeres muy a su pesar. Eso le pasa por ser un hombre de palabra.
Morgase: Tras el final del libro anterior, la reina de Andor se encuentra presa con los Capas Blancas, que intentan quebrarla para conseguir libre acceso a una de las mayores naciones del mundo. Sus capítulos ayudan a conocer mejor la organización de los Hijos de la Luz.
Perrin: Reaparece el chico lobo tras un libro en el ostracismo (y disfrutando de su matrimonio); aquí empieza a sentir el tirón de ta’veren de Rand, así que se encamina hacia su presencia (junto a varios hombres de Dos Ríos) con tal de ver qué puede hacer para el Dragón Renacido.
Nynaeve, Elayne y Mat: Tras ser enviadas las dos primeras en la búsqueda de un artefacto de gran poder que parece poder controlar el tiempo, Mat se ve arrastrado por su promesa de cuidar de ellas hasta la ciudad de Ebou Dar. La búsqueda del cuenco de los vientos empieza.
Opinión personal: Si se podía dar la posibilidad que los libros anteriores no engancharan, con éste es imposible que no se quiera seguir leyendo.
El que para muchos contiene la mejor escena de acción de la saga (y posiblemente una de las mejores jamás escritas), es una novela como la copa de un pino: traiciones, sueños, esperanzas, planes, personajes intentando encontrar su hueco... y todo ello en medio de grandes eventos.
Un libro totalmente imprescindible y que hace mas grande si cabe a la Rueda del Tiempo.
Tiene todo lo que la Rueda del Tiempo puede ofrecer: una historia pensada hasta el último milímetro, con unos personajes únicos y con metas distintas en un mundo rico y que no deja de cambiar.
Para mí hay algún volúmen mejor que éste (en su conjunto) dentro de la Rueda del Tiempo; pero es algo completamente personal que no desmerece a una novela de 10 que consigue meterte en el mundo de Robert Jordan.
Leed la saga, da igual que sea larga: mas tiempo de disfrute.
Valoración personal: 10.
Valoración en Amazon: 7,85.
Veamos cómo evolucionaba la Rueda del Tiempo en su sexta novela.
Historia: Rand se esfuerza por unir a las naciones para combatir al Oscuro al tiempo que sortea las trampas que los Renegados tienden a la desprevenida raza humana. Pero además tiene que enfrentarse a los Hijos de la Luz, cuyo capitán general se propone desprestigiarlo y dirigir la batalla contra la Sombra.
Por su parte, las Aes Sedai buscan a Rand para ofrecerle su apoyo, aunque éste sospecha que su verdadera intención es usarlo para sus propios fines.
Para muchos, la saga llegó a su punto álgido en éste libro; en el que se colocan las piezas de una forma que costará bastante volver a ponerlas en marcha.
Rand intenta mantener un control diplomático sobre distintas naciones, haciendo sus movimientos para que le sean leales sin tener que luchar contra ellas. Además, piensa que las Aes Sedai de Salidar estarán encantadas de estar bajo su protección.
Y es por ello que envía a Mat a intentar ganarse su favor. Un Mat que se las verá canutas para mantener a Elayne y a Nynaeve sanas y salvas (y con ellas en contra).
La Torre Negra va ganando en importancia, teniendo su mejor momento hacia el final del libro, con la escena de acción mas recordada por los fans.
Por otro lado tenemos la vuelta de Perrin y las desventuras de Morgase para completar los protagonistas de las distintas tramas de la novela.
Libro que sigue liando trama sobre trama, pero que supone un punto de inflexión para el Dragón Renacido y su manera de ver el mundo.
Personajes: Como viene siendo habitual os describo como va cada uno por los capítulos que protagonizan, aunque es verdad que en éste puede que haya personajes que cruzan sus tramas.
Rand: Al inicio del libro sigue teniendo bastante del chico de campo que era al empezar la saga, pero el peso del mundo y la posible locura empiezan a hacer mella en él. Aun así, intenta preparar al mundo para la Última Batalla dejando tras de sí el menor número de heridas abiertas posible: creando la Torre Negra, el taller de invenciones, la universidad, intentando que los países de unan a él diplomáticamente. Lástima que el evento apoteósico del libro haga que cambie muchos de sus planteamientos.
Salidar: Las hermanas rebeldes siguen con sus juegos de poder para ver qué hacen a partir de ese momento. Egwene intenta manetener el precario control que tiene sobre las hermanas, mientras que las otras dos recientes Aes Sedai inentan que las vean como tales. Se empiezan a establecer las relaciones de poder entre las rebeldes.
Mat: Enviado con su ejército para ganarse el apoyo de las rebeldes para Rand y conseguir sentar a Elayne en el trono del león, Mat va dando tumbos y viéndose arrastrado por las mujeres muy a su pesar. Eso le pasa por ser un hombre de palabra.
Morgase: Tras el final del libro anterior, la reina de Andor se encuentra presa con los Capas Blancas, que intentan quebrarla para conseguir libre acceso a una de las mayores naciones del mundo. Sus capítulos ayudan a conocer mejor la organización de los Hijos de la Luz.
Perrin: Reaparece el chico lobo tras un libro en el ostracismo (y disfrutando de su matrimonio); aquí empieza a sentir el tirón de ta’veren de Rand, así que se encamina hacia su presencia (junto a varios hombres de Dos Ríos) con tal de ver qué puede hacer para el Dragón Renacido.
Nynaeve, Elayne y Mat: Tras ser enviadas las dos primeras en la búsqueda de un artefacto de gran poder que parece poder controlar el tiempo, Mat se ve arrastrado por su promesa de cuidar de ellas hasta la ciudad de Ebou Dar. La búsqueda del cuenco de los vientos empieza.
Opinión personal: Si se podía dar la posibilidad que los libros anteriores no engancharan, con éste es imposible que no se quiera seguir leyendo.
El que para muchos contiene la mejor escena de acción de la saga (y posiblemente una de las mejores jamás escritas), es una novela como la copa de un pino: traiciones, sueños, esperanzas, planes, personajes intentando encontrar su hueco... y todo ello en medio de grandes eventos.
Un libro totalmente imprescindible y que hace mas grande si cabe a la Rueda del Tiempo.
Tiene todo lo que la Rueda del Tiempo puede ofrecer: una historia pensada hasta el último milímetro, con unos personajes únicos y con metas distintas en un mundo rico y que no deja de cambiar.
Para mí hay algún volúmen mejor que éste (en su conjunto) dentro de la Rueda del Tiempo; pero es algo completamente personal que no desmerece a una novela de 10 que consigue meterte en el mundo de Robert Jordan.
Leed la saga, da igual que sea larga: mas tiempo de disfrute.
Valoración personal: 10.
Valoración en Amazon: 7,85.
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