Mes nuevo que empiezo con un
viejo conocido del blog, y ese no es otro que el sexto tomo de la eterna Hajime
no Ippo.
Es un gustazo hablar de un
tomo como éste, en el que apenas hay dos combates (uno de Ippo y otro de
Takamura) pero que se lee que ni te enteras, con escenas de tensión y cuasi
derrota muy, pero que muy buenas.
En éstos inicios de la serie
ya se hace patente que estamos ante un manga deportivo de los buenos, de esos
que saben conjugar cierta rigurosidad del deporte con secundarios (y rivales)
con carisma y las necesarias dosis de humor y tensión.
Me encanta ésta recta inicial
de Ippo, son seis tomos ya de un gran nivel y que hacen pensar en por qué ésta
serie no tiene más tirón en nuestro país. Sé que es larga, pero si yo tuviera
dinero para tener mi propia editorial, intentaría convertir a Hajime no Ippo en
mi buque insignia.
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