Sé que es injusto
comparar ésta colección con City Hunter, son de épocas distintas, géneros
distintos y buscan cosas totalmente distintas. Pero el caso es que me he puesto
a leerlas a la vez, y las sensaciones que me dan... no tienen nada que ver.
Éste segundo tomo de
Claymore confirma lo visto en el primero, y eso es una obra muy ágil de leer,
con dos personajes principales potentes que van cimentando una buena relación y
un entorno del que poco a poco tenemos más detalles.
Aquí nos centramos
en un "caso" para Claire: inflitrarse en la ciudad santa de Rabona y
encontrar a un espectro, para ello tendrá que perder parte de sus poderes para
parecer humana, lo que complicará más la tarea.
Lo curioso del caso
es que por momentos se siente como un caso de investigación, teniendo que caer
en quién puede ser el asesino de entre los sospechosos a la par que sufres por
ver a la protagonista un poco mermada y teniendo que hacer frente a la gente
que ha venido a proteger.
Como decía al
principio las comparaciones son odiosas, ambas obras me gustan, pero es
evidente que Claymore no se me atraganta al leer unos pocos seguidos como si
hace City Hunter. Una obra muy entretenida, y de momento 100% recomendable.
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