Kingdom Hearts es una de esas
franquicias que se han hecho un hueco en el corazón de los aficionados a los
videojuegos, una mezcla entre los mundos de Square y los de Disney que
conseguía encontrar una identidad propia y hacer una saga que hay que tener un
master para conseguir entender. Pero bueno, con la salida de la tercera entrega
me he propuesto jugarlos todos, motivo por el cual me he comprado los dos recopilatorios
y he hecho (estoy haciendo) gameplays en el canal de youtube
como para parar un
tren.
Hoy os traigo la reseña de la
primera entrega, pero tened claro que hablo de su versión remasterizada y que
la valoraré como un juego a día de hoy. Avisados quedáis.
Historia: En la entrada ya os he dicho que entender la saga es como
sacarse una carrera, pero ésta primera entrega todavía no se había liado
“demasiado”.
Aquí tenemos a un chaval que
vive en una isla con sus amigos, en un mundo que de golpe es atacado por unos
seres conocidos como los Sincorazón. Los amigos se separan, y nuestro
protagonista se propondrá encontrarlos.
Para ello contará con la ayuda
de Goofy y Donald (los de la Disney), enviados por su rey (Mickey) con tal de
proteger al chico, ya que parece el elegido por un arma mítica conocida como la
Llave Espada, capaz de abrir todas las cerraduras (y cerrarlas), incluídas las
de los corazones de los mundos.
Iremos de mundo Disney en
mundo Disney, enfrentándonos a los Sincorazón, buscando a nuestros amigos y
solucionando entuertos, con tal de evitar que los mundos caigan ante la
amenaza. Una amenaza personalizada en la figura de ciertos villanos clásicos
Disney (Maléfica entre ellos).
Además, para dar algo más de
color se añaden ciertas figuras propias de Square (personajes de Final Fantasy) que nos ayudarán en nuestra
aventura.
No es una trama difícil, y
sienta las bases para todo lo que está por venir.
Apartado Técnico: Al juego le ha sentado de lujo el pasar a 1080p y
retocar las texturas. Tenemos un juego muy vistoso que se beneficia de su
colorido para entrar por los ojos.
Y eso que técnicamente justea
por todos lados, ya que en esencia sigue siendo el mismo juego de hace tantos
años con un lavado de cara, no rehecho desde 0.
Visualmente pasa (por lo
colorido y lo bien hecho que está el diseño artístico), sonoramente se sale,
con una banda sonora impresionante y un buen doblaje al inglés.
Así que un juego con más de 15
años que se trae a día de hoy y que deslumbra en los modelados de los
protagonistas (y escenas Cgi) pese a que justea bastante en cuanto a motor
gráfico.
Jugabilidad: Kingdom Hearts apostó por pasar a la acción en tiempo
real el típico sistema por turnos, siendo el combate el núcleo duro del juego.
Es un Rpg de acción donde
podemos esquivar, parar golpes, invocar aliados, fijar al enemigo, saltar… una
gran cantidad de acciones que encima estarán apoyadas por dos aliados (los
mencionados Goofy y Donald) y alguno más en cada mundo. Es un sistema de
combate que funciona bien, que escala bien con el nivel de los mundos y que
resulta tremendamente divertido.
Lo que no funciona tan bien es
el rato que no luchamos, aquí tenemos un hándicap importante que en el combate
se mitiga al fijar enemigo: la cámara y el control del personaje son nefastos,
algo tremendamente frustrante en alguna sección de plataformas. Es un control
hijo de su tiempo, pero que ya iba un poco mal en su momento y que hoy no se
han dignado en tocar. Es una pena, porque es algo que afea la experiencia, y sin
llegar a lastrarla sí que te preguntas porqué sigo así de mal.
Por lo demás: mundos a
descubrir, secretos que desbloquear, grandes enemigos a batir… en un juego que
se os puede ir a más de 20 horas sin que os deis cuenta.
Opinión personal: Kingdom Hearts es un juegazo, que implementa unas
cuantas cosas que se han usado hasta la saciedad a posteriori y que tiene una
idea genial: mezclar Disney con Square.
Es un juego tremendamente
divertido, con un combate que funciona y exige en algunos momentos, sin llegar
a ser injusto en ninguno. Con mundos suficientes para saciar a cualquiera y una
historia interesante y sencilla.
También es un juego que
desprende carisma, con unos personajes muy bien tratados y que suponen el alma
del producto.
Es un remaster, una puesta al
día visual (subiendo resolución y mejorando texturas) de un juego que agradece
especialmente lo de la resolución, luciendo muy bien gracias a un buen apartado
artístico (a ver, Disney+Square debía verse bien)
Pero también tiene problemas,
derivados del producto original y que entonces ni notábamos, pero que tras
tanto tiempo cantan bastante: el control es complicado, no responde como
debería y hace que la experiencia se resienta en momentos puntuales, algo que
al final pesa (un poco al ponerle la nota) ya que, hay que valorarlo como un
juego de hoy día, que no estoy analizando la versión de PS2, sino la de PS4.
Viniendo como viene con otro
puñado de juegos en el mismo disco, y por menos de 30€ que vale… me parece de
expulsión el no jugarlo. Divertido, largo y con carisma. Pero tened en cuenta
lo que es mientras lo jugáis, porque puede desesperaros en caso contrario.
Yo lo he disfrutado, y me
parece una buena forma de entrarle a la saga.
Valoración Personal: 8,5. El tiempo ha pasado por el juego, y el
control en algunos momentos me mata. Un juego que era de 10 en su momento se
podría haber cuidado un pelín más para mantener ese nivel.
Valoración Meristation: 9,0. (el original)
Valoración Metacritic: 85. (el original)
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