sábado, 16 de marzo de 2019

Hace un año CCXXIV... A Silent Voice


Ésta semana tenía muchas ganas de ver, un anime de esos que pintaban de llorar.

A Silent Voice nos cuenta la historia de un par de personajes (son más, pero dos los protagonistas). De un lado un chaval gamberrete que en el instituto maltrataba a una chica sorda. Y del otro la chica en cuestión.

Los años pasan, los personajes se separan, crecen… y se vuelven a encontrar.

La historia gira en torno a ellos dos, a lo que sucedió y a lo que sucede, a cómo el bulling afecta tanto a los que lo hacen como a los que lo sufren y a si es posible o no seguir adelante con un peso tan grande sobre tus espaldas.

Es una película muy dura de ver, no en vano los temas que trata son duros: bulling, suicidio… y los trata de frente, sin escurrir el bulto y sin buenismos. Tanta culpa tiene el que lo hace como el que no interviene.

Pero también es una película de amistad, de apoyarse en los demás, de no intentar tragar con todo en solitario.

En la mezcla de lo duro y la esperanza encuentra un equilibrio complicado que la hace una película muy especial, de esas que te remueven por dentro a poco que seas humano.

Entiendo perfectamente que no sea una película para todo el mundo, habrá a quien le afecte más o menos, quien no pueda separar la película de sus sentimientos propios. Si es vuestro caso, creo que mejor no verla.

Además, se echa en falta un poquito más de optimismo en algunos momentos: está bien que te peguen una patada en el estómago, pero al menos que luego te den un calmante.

No entro en el tema técnico porque las películas de animación que nos llegan desde Japón están a una altura increíble, tanto en dibujo como en animación, y ésta no es menos. La banda sonora quizá resulte algo deprimente, pero va con la película.

Otra cosa que quiero comentar antes de dejarlo es el ritmo. Evidentemente si habéis visto mucho cine asiático sabéis a lo que voy, pero aquí tenemos una película de dos horas que dedica todo el tiempo necesario a desarrollar los personajes. No escatima ni un solo segundo, y eso es algo que se agradece porque consigues empatizar muchísimo más con ello. La contrapartida? Que se puede hacer lenta si no tienes cierto background.

Resumiendo: A Silent Voice no llega a ser una obra maestra como lo fue Your Name, es una muy buena película, con un mensaje y un objetivo distintos que la hacen algo más dura de ver.

Valoración Personal: 9,0.

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