Reconozco que tengo cierto
déficit con los grandes clásicos de la primera NES. En mi más tierna infancia
tenía una Master System II, y los juegos de la NES los había catado en casa de
un amigo y poca cosa más. Pero por suerte, ahora con el servicio online de la
Switch te incluyen algunos de los grandes clásicos de esa primera máquina… y me
ha dado por jugarlos.
Empecemos pues con… Gradius.
Historia: De verdad, que no tiene. En la época teníamos muchos
juegos que venían desde el arcade y no hacía puñetera falta hacer perder el
tiempo al personal leyéndose un texto que tampoco llevaba a ningún sitio. Así
que lo único es que somos un piloto de nave espacial que debe avanzar en su
viaje enfrentádose a multitud de peligros.
Apartado Técnico: Aquí es jodido meterse, y es que estamos hablando
de un juego que tiene más de treinta años en una máquina cuya potencia supera
mi nevera. Aun así, si uno consigue abstraerse y volver a la época en el que
juego salió puede valorarlo un poco en su justa medida.
Tenemos un juego de fondos
prácticamente negros (el espacio), con unos enemigos con diseños muy sencillos
pero funcionales y una nave que se mueve bastante bien por pantalla. Son unos
gráficos graciosos, con un acabado muy añejo pero que se puede superar para
conseguir disfrutar del juego.
A éste apartado visual bueno
para le época, se suma una música machacona y funcional, que quizá ha envejecido
pero que lo visual.
Por donde no puedo pasar es
por las relentizaciones en dos momentos puntuales del juego. No tengo claro si
en su momento el juego también petardeaba (baja mucho la velocidad) pero que me
lo haga en una Switch demuestra poco testeo de la versión. Injustificable a
todas luces.
Jugabilidad: Aquí se nota que el género estaba despertando, que los
juegos de naves de scroll lateral daban sus primeros pasos y aun tenían muchas
cosas por pulir.
Básicamente tenemos una nave
que podemos mover sobre los ejes X e Y, disparando y esquivando balas, enemigos
y elementos del escenario. Todo con un ritmo bastante alto y una dificultad
elevada.
Para conseguir llegar al final
tenemos que conseguir unos power ups, que nos mejoran cosas como la velocidad o
el daño de disparo. Unos power ups a todas luces insuficientes en su variedad y
excesivamente importantes para conseguir seguir: si nos matan avanzado el juego
perderemos esos power ups, haciendo a todas luces imposible acabarlo para
alguien con dos manos “normales”. Es una decisión de diseño por provenir de la
recreativa, pero me revienta tener que volver a jugarlo entero cada vez que me
matan.
Opinión Personal: Desde siempre he tenido una relación de amor odio
con el género de los “mata marcianos”, un género con el que disfruto, pero que
me cansa por su acostumbrada aberrante dificultad. No es un problema del
género, es mío, que me cansa que me maten tanto y tener que repetir.
Pero si el juego está bien
hecho, tiene suficientes power ups, o variedad en las naves y disparos… cierta
personalización y sensación de progreso vaya. Entonces me enganchan y les
perdono todo le demás.
Pues en Gradius no he
encontrado nada de esto. Posiblemente porque el género aún estaba en pañales y
se trataba de que metieras más monedas en la máquina, pero el caso es que es un
juego que me ha agotado y he tenido que obligarme para acabarlo.
Además, el defecto técnico que
tiene en cuanto a caídas cuando hay dos o tres enemigos grandes en pantalla es
totalmente inadmisible. Se podría entender que lo tuviera en su momento, pero
que lo tenga en una máquina actual es para reclamarles el dinero si es que has
pagado por él. De vergüenza.
Un juego únicamente para
nostálgicos, que gana jugado en modo portátil (le ves menos las costuras
visuales) y que no ha tenido un port a la altura.
Valoración Personal: 6,0.
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