jueves, 18 de julio de 2019

NSwitch - Owlboy


La Switch se ha convertido en una especie de lugar feliz, una máquina que gracias a su naturaleza híbrida me permite seguir jugando cuando me quedo sin tele, y eso hace que le tenga un cariño especial.

Es por ello que algunos juegos los compro directamente aquí, pese a salirme más caros que comprados en pc. Lo hago porque pienso en jugar tanto en casa como fuera, y la facilidad que me da ésta máquina para ello es para darles un premio.

Dentro de los juegos que no hubiera jugado nunca de no ser porque me los puedo llevar conmigo están una serie de indies que ya irán pasando, pero que tienen a Owlboy como uno de sus mejores representantes. Vamos con él.

Historia: Encarnamos a un búho que no hace prácticamente nada bien, un chaval aprendiz de un sabio que el evidente problema de no poder hablar.

En éste escenario veremos cómo nuestro pueblo es presa del ataque de unos piratas, y junto a un buen amigo nuestro intentaremos evitar el desastre.

La trama va más allá, nos lleva por templos perdidos, a la búsqueda de reliquias, por momentos duros, y por grandes fracasos de nuestro personaje. Pero esa es la gracia: las cosas no siempre salen bien, y nuestro pequeño grupo intentará por todos los medios hacerlo lo mejor posible, seguir adelante cuando parece todo perdido y apoyarse los unos en los otros para conseguir triunfar.

Es una historia pequeñita, con cierta épica, pero que basa su atractivo en los personajes, en cómo se relacionan, en esa amistad que les une y les hace especiales. Algo que se refleja incluso en el apartado jugable.

Apartado técnico: Visualmente el juego tiene un pixel art muy bonito, es de esos juegos que parecen de Super Nintendo (aunque la máquina no los pudiera correr) y aprovechan ese aspecto visual para ser atractivos sin necesitar motores muy potentes.

Se apoya en un buen diseño artístico, con escenarios variados y muy bonitos. Pero se basa especialmente en el diseño de personajes y sus animaciones, muy bien recreadas y tremendamente simpáticas.

La banda sonora también está a la altura, tanto en los momentos buenos como en los malos, y redondea un juego que, jugado en modo portátil es una auténtica delicia.

Puede que en televisor pierda algo de su magia (el tamaño de la pantalla hace que se vean mucho más los truquillos), pero no por ello deja de ser un juego muy bonito.

Jugabilidad: Es curioso que nuestro personaje sea mudo (son sus amigos los que hablan por él) y no tenga ninguna habilidad más allá de volar. Eso hace que dependamos constantemente de nuestros compañeros para seguir avanzando, algo que refuerza enormemente la narrativa y hace que les cojamos más cariño.

Básicamente es un juego de plataformas con algunos puzles, de explorar el escenario para seguir adelante y usar las habilidades de nuestros amigos para afrontar los peligros.

Tiene cierto toque metroidvania, en cuanto a poder volver atrás con nuevas habilidades y descubrir algún secreto. Pero en general es una aventura lineal sin una dificultad excesivamente elevada, ni en los puzles ni en el combate.

Opinión Personal: Reitero que la Switch me está haciendo jugar a juegos que me llevan a mi infancia/adolescencia, juegos que tienen aún esa magia jugable, que les aleja de las grandes producciones pero que demuestran tener un corazón enorme.

Owlboy es uno de esos juegos. Un juego que en ninguno de sus apartados puede competir con un AAA. Es claramente inferior en todo. Pero el conjunto de sus elementos destila el amor que han puesto los desarrolladores en hacerlo, es algo que se nota en todos los detalles, en el mimo de las animaciones, en el mensaje que te quieren enviar. Y en que es un juego estupendo.

Habrá quien lo deje pasar por verse anticuado, o porque es un género que ya no toca. Pero de verdad que si queréis volver a sentiros como niños, es con juegos como éste con los que lo conseguiréis. Juegos que se han apartado de un patrón preestablecido, que funciona, y quieren aportar alguna cosa más, ser distintos al resto de la competencia. Es algo distinto, que muy pocos consiguen, pero que cuando se hace bien te deja con un juego que no desmerece para nada en la ludoteca de cualquiera.

No es un juego excelente, tiene errores (como cierto bajón de ritmo antes de la recta final), pero no por ello deja de ser muy recomendable y una oportunidad de ver que se siguen haciendo juegos “pequeños” tremendamente divertidos.

Valoración Personal: 8,4.

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