Hay juegos que te gustan, pero
que no ponen en tu top de favoritos porque, al fin y al cabo, son juegos de
fondo de armario, no juegos capaces de venderte un sistema para jugar con
ellos.
Ese era el caso de Tierra
Media Sombras de Mordor, cuya secuela, Sombras de Guerra ha acabado en mi
biblioteca de Steam gracias a unas buenas rebajas (estaba a 9 euros XD).
Así pues, con el juego y los
DLC de historia terminados, vamos a ver qué me han parecido.
Historia: Seguimos encarnando al montaraz que murió, pero que fue
poseído por el espíritu del elfo que forjó los anillos de poder. Una idea muy
loca, pero que está ahí y tenemos que tirar para lante con ella.
Pero no se detienen allí:
forjaremos un nuevo anillo de poder, un anillo libre de la influencia de Sauron
con el que pretendemos acabar con él. Pero las cosas no salen todo lo bien que
esperábamos, y acabaremos metidos de nuevo en la guerra contra la Sombra, en
ésta ocasión apoyados por personajes tan dispares como Ella la Araña o algunos
gondorianos.
Es una historia bastante loca
que se pasa por el forro el canon y algunas cosas elementales del Señor de los
Anillos, pero la verdad es que si consigues abstraerte, sabe coger los
elementos que le interesan (anillos, orcos, Sauron, Mordor, Nazgul…) hasta el
punto que te lo puedes tomar como Otros Mundos de los comics y disfrutarlo,
porque está bien montada y funciona por sí misma.
Aspecto Técnico: He tenido la suerte de poder jugarlo en un pc
competente en Ultra, y la experiencia en lo visual ha sido muy buena. Texturas
de muy alta calidad, movimiento fluido, personajes bien diseñados, zonas
distintas en diseño y muy diferenciadas… y momentos con mucho orco en pantalla.
Es un motor gráfico potente y
muy solvente, al que le pongo muy pocas pegas.
Meritorio es también la gran
cantidad de diseños de orcos que hay, todos distintos, con doblajes diferentes
y una personalidad propia. No tengo claro cómo lo han hecho, pero acaban dando
todos el pego.
La banda sonora acompaña,
épica, con un doblaje estupendo.
Así, tenemos unos valores de
producción de un nivel muy alto, casi al nivel que puede tener un Assassins
Creed (casi) y exprimiendo la máquina en la que funcionan.
Jugabilidad: Acabo de mencionar a Assassins Creed, y es cierto que
coge cosas del sistema de juego (Atalayas, coleccionables, sigilo, parkour…)
pero es como si el protagonista estuviera puesto de anfetas, porque salta
decenas de metros, casi se teletransporta, es capaz de montar dragones…
Es un disfrute el ponerse a
los mandos, el sistema de combate responde (bebe del de Batman) y las misiones
principales son bastante distintas entre sí. Casi siempre.
Aquí entra la mecánica
principal, que no es otra que los asedios y tomas /defensa de fortalezas. Aquí
el juego lo hace muy bien, permitiendo que reclutes y mejores a tu propio
ejército, debilites al rival… pero tienes que hacerlo tantas veces que acaba
por cansar. Algo extremadamente molesto en el endgame, que no he querido
completar por puro hastío.
Con todo nos quedan algunas
misiones memorables (incluso secundarias) siendo repetitivo sólo el tema de los
asedios y los capitanes secundarios a encontrar. El resto me parece bien medido
y mantiene el ritmo, con lo que nos quedan baches puntuales en el core del
juego.
Opinión Personal: Sombras de Guerra nos da más y mejor de lo que
vimos en el primer juego, sabe que cogiendo elementos del folklore de Tolkien
se puede hacer algo potente, y aquí cogen lo que quieren y van a lo suyo. Sé
que a los fans acérrimos les sangrarán los ojos ya con el arranque, pero es lo
que hay, si no tragas, no sigas.
Luego tenemos el sistema
Némesis, el de los orcos que evolucionan y te recuerdan si han sobrevivido, una
trama principal muy chula y una serie de líneas secundarias al nivel, que
componen un juego muy cuidado y bien pensado.
Casi diría que el único
problema que tengo es el tema de tener que repetir asedios (diez seguidos en el
epílogo), que son divertidos de hacer, pero se abusa de ellos. Es una pena,
porque la mecánica funciona y las primeras veces recuerdo decirle a Rasetsu que
me lo estaba pasando muy bien. Pero tras unos cuantos… la cosa no hacía tanta
gracia.
Pero bueno, es un problema
menor, que no deja de darnos un juego notable que vale la pena jugar si os
gusta la ambientación medieval fantástica o los juegos de mundo abierto.
DLC La Espada de Galadriel: En el pack que me pillé venían todos
los DLC, así que no está de más decir, aunque sea por encima lo que proponen
los dos principales. En la Espada de Galadriel encarnaremos a un personaje
secundario del juego justo tras su finalización, y avanzaremos un poquito más
en la trama.
Nos añade alguna mecánica
jugable nueva, nuevos capitanes orcos con más carisma que podremos usar en la
historia principal y una trama bien pensada y que nos durará poco más de dos
horas.
Como complemento para el juego
principal está bien, y recomiendo jugarlo justo al terminarlo.
DLC La Desolación de Mordor: El segundo y último DLC de historia,
aquí seguiremos a un capitán de Gondor tras su huida al inicio del juego,
acabando en una nueva zona y con ejército mercenario al que contratar. Una
nueva historia (que no enlaza casi con la anterior) y una nueva fortaleza que
tumbar.
La gracia del invento es que
aquí podemos morir, perdiendo gran parte de nuestro progreso. Algo que le da
más tensión a las dos horitas que os puede durar el DLC. Está chulo, pero tiene
menos interés que el anterior.
Valoración Personal: 8,0.
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