Ya casi está, un
tomo más y terminamos con Ranma, esa serie que me divierte en dosis cortas pero
que a atracones se me hace bola.
Menos en éste tomo,
que no sé si es porque hacía bastante tiempo que no me acercaba a ella o porqué
leches, pero el caso es que me lo he pasado muy bien leyendo.
Y no es que pasen
cosas demasiado distintas, se deje el humor reiterativo de lado o se avance en
la trama (aunque algo de ésto último hay). Creo que se debe a tener unas pocas
historias algo más largas en lugar de tanto capítulo autoconclusivo.
Y aunque historias
como la de la mujer del espejo, la ninja o la recuperación de la madre estén
bien, tampoco tengo la sensación de que sean nada del otro mundo, simplemente
al tener más tiempo para desarrollarse me ha parecido que me interesaban más.
En fin, sigo
pensando que es un comic únicamente para nostálgicos con un humor particular y
a consumir en pequeñas dosis, pero también me da que la autora se ha puesto las
pilas de cara a la recta final. A ver el siguiente, y cómo acaba todo...
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