Me ha encantado éste
tomo! Y mira que empieza con el insoportable del Biju de ocho colas haciendo
rimas y cachondeo intentando que Naruto domine el chakra del zorro de nueve
colas. De verdad hacía falta hacer un personaje así?
Y lo que parecía que
sería un nuevo entrenamiento (mas extremo) para conseguir que el butanero
dominara un nuevo poder acaba siendo un reencuentro con su madre junto con la
historia de lo que sucedió durante el ataque a la villa de hace dieciséis años.
Es la historia de
los padres lo que me ha atrapado, llevándome con unos personajes que no conocía
a un momento clave de la historia de éste manga, dotando al tomo de una
profundidad y un sentimiento raramente encontrado en Naruto.
El drama de los
padres que intentan proteger al hijo además de a la Villa y el sacrificio de
ambos para que ese hijo tenga un futuro están contados de lujo, pero es que los
momentos finales del tomo entre madre e hijo son simplemente imprescindibles.
De los que más he
disfrutado de Naruto. De verdad que mi memoria me decía que a éstas alturas la
obra sería una mierda, pero sigue sorprendiéndome la relectura.
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