Otros doce números de la macro
saga conocida como Trinidad y que llegó a las estanterías de la mano de Kurt
Busiek. En ella, seguimos la trama que gira en torno a los tres grandes héroes
de Dc, el
puntal de su universo y los seres con los que tres villanos quieren
hacer un ritual; el objetivo? Pasar a ser ellos el centro y aprovecharlo para
pasar a ser Dioses.
Combates épicos, asaltos a
mansiones, otros mundos, realidades que cambian, personajes que siguen siendo
ellos mismos aunque no recuerden las vidas que deberían haber vivido... una
suma bastante impresionante de personajes de Dc cumpliendo con sus obligaciones,
intentando que el mundo sea como debería ser.
Es una trama un tanto
rocambolesca, que va saltando de unos personajes a otros, en ocasiones
olvidándolos durante tantos números que pasas a olvidarlos tú. Pero es una
trama que se construye a fuego lento, que implica a prácticamente todo el
universo Dc (aunque sea por lo que sucede) y que, por el momento, sabe hacer
malabares con todo lo que toca: grandes héroes, construcción de otra realidad,
planes de los villanos, planes del ser al que quieren absorber el poder,
búsqueda de la Trinidad original...
No deja de ser curioso que en
un comic llamado Trinidad, ésta desaparezca al poco de empezar, dejando a los
demás pasar al primer plano. Y también es curioso lo que hace al mundo la
desaparición de dicha Trinidad, o cómo algunos personajes (Alfred mismo) tienen
vidas totalmente distintas a las que tienen en la realidad “normal”.
En ocasiones puede hacerse un
poco confuso, y supongo que leído mes a mes debe ser complicado de seguir. Pero
así, con un tomo recopilatorio de un añito entero, la historia pasa mucho
mejor.
No he mencionado el dibujo,
porque quitando momentos puntuales es el que uno espera de una producción de éste
estilo. No es sobresaliente ni tiene algo que lo haga distinto, pero tiene un
nivel muy alto (sea cual sea el dibujante) y se disfruta.
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