Se hace raro hacer una review
de éste estilo, una que llevas años esperando. Pues bien, aquí está: el último
tomo de Bleach ya duerme el sueño de los justos, y yo os comentaré qué es lo
que nos aporta. Vamos allá.
Que Bleach es (o era) un manga
sin rumbo lo corrobora que llevaba años sin hablar bien de ninguno de sus
tomos. Combates sin ton ni son, enemigos con poco carisma, personajes que no
tenían claro qué camino seguir, una sensación de filler... en fin, de todo y
nada bueno. Así no es de extrañar que se acabara ya la obra, una lástima,
porque de inicio me pareció de lo mejorcito que había en ese momento.
Pasando al tomo en sí, hay que
reconocer que se hace un esfuerzo para darle un final digno, pero es tal la
mochila argumental que a éstas alturas hagan lo que hagan dejará mal sabor de
boca.
Y ojo, porque no es una mala
solución, simplemente se siente apresurada (que tiene delito con lo largo que
se ha hecho el resto) y sin demasiado calado. Una pena, porque esperaba al
menos un cierre satisfactorio en lo que a la saga se refería.
Otro tema es el cierre del
manga en sí, más satisfactorio pero demasiado abierto.
También hay que hablar de que
intenta ser excesivamente trascendente cuando la obra hace tiempo que no tiene
una trama potente. Es el divagar o ir de guay por el simple gusto de hacerlo, y
tampoco funciona.
En fin, ya haré la review de
la obra entera, aunque no sé si esperarme a la relectura.
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