Debo reconocer que las
películas de Thor son, para mí, las peores del universo cinematográfico Marvel.
Las he visto en el cine, pero es que la segunda he sido incapaz de verla entera
en ninguno de mis múltiples intentos, así que mis expectativas con la tercera
entrega eran más bien nulas...
Todo arranca con Thor
capturado por aquel que se supone destruirá Asgard. Es un arranque visualmente
impactante, pero que por el tono ya te da una bofetada en la cara: la película
no tiene el tono de las anteriores: estamos ante una comedia de acción.
Sí, la trama es dramática. Que
si la vuelta de la hermana perdida tras la partida de Odin, lo que sucede en
Asgard, los gladiadores obligados a luchar... tiene un fondo muy chulo, y un
argumento interesante, pero que no acaba de casar con el personaje.
Thor no es un personaje que
haga chistes a cascoporro, y en ésta película le tenemos desatado, y no sólo a
él, es que hasta del pene de Hulk acaban por hacer bromas! El shock es
importante, más para alguien que tiene al personaje de los comics o el enfoque
que se le había dado hasta ahora (acertado, pero con unas películas sosas) y
ese giro tan brusco a la comedia reconozco que me ha chocado.
Aun así es la película de la
saga con la que mejor lo he pasado. Me ofende un poco que se llame Thor
Ragnarok, pero pudiendo olvidar eso te queda una acción y unos efectos
especiales de primera mezclados con un humor bastante grueso, de ese con el que
los niños se ríen (y yo, para qué negarlo).
Tiene patadas en los cojones a
tutiplen al universo asgardiano, al que se carga en más de un sentido; pero
cuando mola lo hace tanto que acabas por perdonarle esos grandes errores de
bulto.
Personalmente creo que es una
película mejorable, que pierde parte del drama y la epicidad que debería tener
el Ragnarok de Thor, pero que como comedia de superhéroes funciona muy bien y
gustará a un público más amplio que las entregas anteriores.
Valoración Personal: 7.
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