martes, 9 de octubre de 2018

Ranma 1/2 #15


Quince tomacos ya de Ranma ½ en la estantería y la cosa tampoco es que haya avanzado demasiado desde que empezó. Vale que tenemos secundarios como para llenar un barco, pero lo que es la trama de la serie es la misma que al principio. Ya sé que es algo que se llevaba muchísimo en la época de
publicación de ésta obra: historias auto conclusivas reutilizando a los personajes y sin apenas continuidad, pero a día de hoy me escama tener tantísimas páginas de una historia y que no pase de divertimento.

Porque eso es lo que son las historias de éste volumen: un divertimento ligero repleto de humor absurdo que basa todo su atractivo en el carisma de sus personajes (y en mi caso de la nostalgia).

No nos engañemos, las tramas de Ranma no hay por dónde cogerlas, algo que se puede perdonar al tratarse de un comic de humor. Son absurdez tras absurdez que acabamos por encontrar hasta normales por culpa (o gracias) a que los personajes ya son así y no encuentran para nada descabellado tener que hacer okonomiyaki, luchar contra unas envenenadoras o que haya una fanática de los cerdos.

Por suerte éste tomo se limita a jugar con los personajes que ya conocemos casi todo el rato, olvidando meter sagas de varios capítulos con personajes nuevos a los que no volveremos a ver. Es algo que se agradece mucho, ya que da cierta sensación de estar conteniendo un poco la obra, y de centrarse en los personajes que queremos ver.

Sigue siendo una obra divertida, de la que te lees un capítulo o dos y los disfrutas, pero es menos cierto que si fuera una obra nueva no la estaría comprando.

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