sábado, 23 de marzo de 2019

Hace un año CCXXV... Pacific Rim: Insurrección


La primera película de Pacific Rim fue una sorpresa agradable, una película de acción con robots gigantes cuya única pretensión era entretener, pero que nos presentaba además un mundo que podía dar más de sí en spin off varios. Pues bien, la segunda entrega ya ha pasado por mis manos y éstas son mis impresiones.

De entrada sorprende que vaya a haber una película más cuando de arranque no tenemos ni enemigos. Un arranque que presenta a dos de los personajes protagonistas: una chica capaz de crear su propio robot y un ex soldado hijo de aquél que salvó a la humanidad. Dos personajes que enseguida entrarán en la rueda del ejército y tendrán que hacer frente a varias amenazas.

De verdad que entrar en la trama de ésta segunda entrega es absurdo totalmente: nos da igual, simplemente es una excusa para ver más escenas con éstos robots y darnos a una serie de personajes cliché para ir de una escena a la siguiente.

Me voy primero con las escenas: sigue siendo visualmente espectacular, unos robots menos detallados hasta la enfermedad que los de Transformers pero que me funcionan mejor en pantalla al estar menos recargados. Es cierto que se echa de menos un pelín más de inspiración en las escenas (como aquella de la primera entrega en la que se usaba un barco a modo de katana) y se siente bastante más convencional, pero sigue funcionando estupendamente.

Y luego están los personajes. Como ya he dicho son clichés, especialmente los secundarios, pero funcionan bastante bien. A ver, es una película de entretenimiento sin pretensiones, y los actores tampoco hacen los mejores trabajos de sus vidas, pero dentro de lo que pide la cinta sí que funcionan.

Reconozcámoslo: si os acercáis a ésta película ya sabéis qué os vais a encontrar, una peli de efectos especiales llena de tópicos cuyo argumento y personajes no se aguantan por ningún lado, pero que si entras en el juego la disfrutas. Una peli mala que mola.

Y como peli mala que mola tiene su punto y consigue lo que se propone. Podría ser más ambiciosa? Sin duda, pero es que tampoco parece querer (y sí, es peor en todo que la primera).

Valoración Personal: 7,0.

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