Ya está, me he puesto al día
con baja por enfermedad, esa serie que en su primera temporada estaba simpática
y en su segunda... veamos qué hace en su segunda.
La premisa de ésta segunda
temporada (ocho capítulos de veinte minutos) es bastante parecida a la de la
primera, con el protagonista y su médico fingiendo que tiene cáncer para salir
de una serie de embrollos.
El problema está en que la
pelota se va haciendo grande y grande... prácticamente sin fin.
Nuevos personajes, nuevos
problemas. La verdad es que a la serie le ha venido bien meter a un par de
personajes nuevos y sacarse de encima a otro tanto, sangre fresca que renueva
un tanto las tramas (un nuevo amigo y una nueva jefa) y le sienta muy bien al
conjunto.
Por lo demás sigue manteniendo
un tono cercano al de la vergüenza ajena, pero sabe hacer algo más que eso:
capítulos como el que vemos a un policía que les investiga (gran personaje),
muertes rápidas e inesperadas (que las hay) y un poquito más de argumento hacen
que ésta segunda temporada sea mucho más recomendable que la primera.
Humor inglés mezclado con
elementos de serie policíaca entendida a su manera; personajes absurdos en
situaciones curiosas y dos protagonistas que no valen para nada.
Creo que la serie está
creciendo, sigue teniendo la misma base, pero parece tener un objetivo y va
mejorando mientras se acerca a él. No es imprescindible, pero sí que pasa a ser
recomendable, y de nuevo estamos ante una serie cortita que se ve en un
momento.
Valoración Media Imdb: 7,86.
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