Wow, si por algo
recordaba especialmente bien ésta saga (más allá del carisma de los enemigos)
era por éste tomo. Wow.
Tenemos entre manos
un tomo en el que las semillitas que se han plantado acaban por explotar, se
sabe lo que ha estado pasando por detrás y aparece el auténtico enemigo que es
Aizen. Un gustazo ver cómo se hilan pequeños detalles del comic casi desde sus
inicios y no sólo se le da personalidad al malo, también a Urahara.
Pero como no sólo de
explicaciones (por molonas que sean) vive el tomo, tenemos una serie de escenas
de acción cortitas que nos muestran el nivel desmesurado de poder de Aizen.
Brutal la facilidad con la que deshace de capitanes y enemigos.
Y para acabar,
cuando parece que lo tienen arrinconado... consigue escapar con el objetivo
cumplido y una sonrisa de cabrón en la cara. No tiene precio.
Un tomo
impresionante que puede que marque el punto de inflexión y declive de la obra.
Y quedan 50 tomos.
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